
Siempre se dijo que el Ministerio de Sanidad era una cartera fácil. Que, al estar las competencias transferidas a las comunidades autónomas, los grandes titulares y las escenas extravagantes quedaban a cargo de los dirigentes de Interior, Hacienda o Justicia. Sin embargo, esta concepción cambió durante la pandemia y, ahora, los mismos médicos que eran aplaudidos desde los balcones piden que "no les asfixien" las políticas "de extrema izquierda" de otra médico, que ahora se encuentra al frente de Sanidad en el Gobierno de Pedro Sánchez.
"Parece mentira que Mónica García, siendo médico, siga unas consignas de extrema izquierda que realmente no tienen sentido en la Europa actual y menos en la cuarta potencia de Europa, que es España", ha explicado en declaraciones a Libertad Digital uno de los 2.000 profesionales sanitarios —según la organización— que se han concentrado este jueves a las puertas del Ministerio de Sanidad, ubicado en el Paseo del Prado, madrileña avenida que los manifestantes han conseguido cortar en varias ocasiones.
"Realmente es ahora cuando nos estamos dando cuenta de lo que quiere hacer, de que quiere plantear esas políticas que no tienen ningún sentido", ha seguido el mismo médico. Ya era hora de darse cuenta, pero en fin, los sindicatos no se manifiestan tan fácilmente contra un líder de izquierdas.
"Yo si fuera ella no bajaría", ha espetado el presidente de la Confederación Española de Sindicatos Médicos, Miguel Lázaro, al ser preguntado si la titular de Sanidad debería bajar de su despacho en la sede del Ministerio para hablar con los representantes sindicales. O lo que es lo mismo: los sindicatos estaban tensos contra un anteproyecto de Estatuto Marco que la dirigente de Sumar se ha sacado de la manga en el que se prohibiría, entre otras cosas, trabajar en centros privados a los jefes de servicio. "Somos médicas, madres, jefes de servicio y reclamamos libertad", ha dicho otra haciéndose eco del eslogan de campaña de la exlíder autonómica de Más Madrid.
Un estatuto contra las pensiones
Un estatuto que, para colmo de los más de izquierdas —a los que Médica y Madre dice defender—, tampoco permitiría a los médicos contabilizar las horas de las guardias para la cotización de las pensiones. El mismo que perjudicaría, en boca de los organizadores, la "operación retorno" de los médicos españoles afincados en países que forman peor a sus médicos –pero los tratan mejor— al desincentivar a los jóvenes a dedicarse a esta profesión prohibiendo que los MIR (Médicos Internos Residentes) puedan adquirir experiencia en la Sanidad privada en su tiempo libre durante los primeros cinco años de profesión. Todo ello, en un momento en el que la clase política achaca todos los problemas de la Sanidad Pública a la falta de médicos.
Así se ha llevado a cabo una concentración que negaba la versión de Mónica García, que había asegurado que este Estatuto Marco se estaba fraguando en conversaciones con los sindicatos. Los mismos que le han plantado cara a las puertas de su Ministerio después, además, de que esta haya aplazado la reunión con los representantes médicos sindicales.
Mónica dimite, los médicos no te admiten
"No vamos a parar y esta es la primera muestra del rechazo que despierta este anteproyecto, que yo llamo bodrio, de la señora Mónica García", ha recalcado Lázaro, quien ha evidenciado que la dirigente de Sumar "ha comenzado a recular" al hablar este mismo jueves de la posibilidad de incluir un apartado específico para los médicos en el Estatuto Marco, que no de un estatuto propio como pedían los propios médicos.
"Este partido lo vamos a ganar", ha sentenciado el portavoz de los sindicatos médicos en un símil futbolístico para luchar contra lo que ha calificado como "una agresión contra la Sanidad Pública"; mientras, al fondo, se escuchaban cánticos de "parece mentira, que seas compañera" o "Mónica dimite, los médicos no te admiten".




