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El chófer de Sánchez en las primarias también cruzó mensajes con Aldama en pleno crecimiento de la trama hidrocarburos

Cristian Corvillo pasó de ser un militante de base del PSOE a convertirse en el chófer de Pedro Sánchez en las primarias socialistas de 2017.

Víctor de Aldama en la comisión de investigación del Parlamento de Canarias. | Europa Press

Cristian Corvillo fue chófer de Pedro Sánchez en las primarias. En aquellas primarias en las que el núcleo Sánchez, Koldo y Ábalos se hicieron una piña. El hermano de Cristian es Rubén, quien apareció ya retratado en anteriores informes de la UCO por su cercanía a Víctor de Aldama y sus negocios. Los dos hermanos son socialistas de Córdoba. Y una empresa con vinculación a sus actividades empresariales ha vuelto a salir en la trama Hidrocarburos. La empresa se llama Salamanca Fuel. Y la UCO la considera una "suministradora o subcuenta" de Villafuel. Es más, la UCO ha detectado mensajes intercambiados entre Corvillo y Aldama, entre otras cosas, para ponerle en contacto con Claudio Rivas, el otro socio de Villafuel y, por lo tanto, protagonista de la trama de Hidrocarburos. Con este contexto, Cristian Corvillo ha acudido a la comisión de investigación del Senado. Y su gran respuesta ante semejante material expuesto allí ha sido la de guardar silencio.

De militante a chófer

Cristian Corvillo pasó de ser un militante de base del PSOE a convertirse en el chófer de Pedro Sánchez en las primarias socialistas de 2017. Y de los miembros del famoso Peugeot se conocen pocos que no hayan salido airosos de forma instantánea.

Él mismo fue el que dijo en redes sociales que aquello fue una "oportunidad" que "aprovechó".

La Guardia Civil defiende que Corvillo recibió 100.000 euros de Víctor de Aldama por sus gestiones para colocar las mascarillas fake al Gobierno de Sánchez. Y por ese pago se le ha preguntado en la comisión de investigación del Senado. El pago en cuestión quedó anotado en un Excel del comisionista, pero, pese a la prueba, Corvillo ha preferido guardar silencio, sin explicar tampoco sus hospedajes compartidos con Ábalos, Koldo, el propio Aldama y los mosqueteros (testaferros) del nexo corruptor.

Corvillo también prefirió guardar silencio tras ser preguntado por otro asunto puesto encima de la mesa en esa comisión de investigaron: sus mensajes con el propio Aldama, en los que le facilitó el teléfono de Claudio Rivas, el cabecilla de la trama de hidrocarburos. Al igual que se negó a dar detalles de su reunión con Aldama y Carmen Pano, la empresaria que ha denunciado haber entregado 90.000 euros en Ferraz a cambio de licencias en hidrocarburos.

Mensajes delicados

Lo cierto es que los mensajes son delicados. Y abarcan desde un "somos socios" enviado por el exchófer de Sánchez a Aldama mientras el comisionista le esperaba junto a Ábalos, hasta comentarios sobre las gestiones que hizo para la adquisición del chalé para el exministro en Cádiz. Tampoco explicó Corvillo por qué ejercía de responsable de las empresas de su hermano, que también hizo negocios con las compañías usadas por la trama de los hidrocarburos.

La trama de Hidrocarburos de Aldama llegó a recibir una oferta del gigante ruso Gazprom cuando ya la vigilaba la UCO

El último de los vínculos que unen a Corvillo con la trama de Hidrocarburos pasa por Salamanca Fuel, según consta en los documentos de la AEAT entregados a la Justicia. Esa firma habría pagado 175.450 euros a Corvillo Energy, de los Corvillo.

¿Y qué papel tenía Salamanca Fuel Center? El informe de la UCO señala que Villafuel "dispuso de, hasta el momento 7 suministradoras o subcuentas identificadas, que se han ido sucediendo a lo largo del periodo investigado, pudiendo continuar, en la actualidad, la actividad presuntamente delictiva a través de otras nuevas". Y entre esas siete está Salamanca Fuel.

La UCO destaca que, "además, se ha podido determinar que, la presunta organización criminal investigada, dispone también de gasolineras propias, a las cuales vendería parte del producto comercializado, lo que otorgaría un control completo de la cadena de comercialización, desde el depósito fiscal hasta el consumidor final, con el plus de opacidad que supone esta operativa". Y que "estas mercantiles, como posteriormente se describirá, presentan vínculos societarios, comerciales y/o personales que permiten colegir que están integradas en una estructura de empresas constituida, ex profeso, para llevar a cabo el presunto fraude detectado".

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