Los datos son tozudos y, ahora, vuelven a demostrar un bulo más del Gobierno. Yolanda Díaz y Pedro Sánchez no han dejado de cargar contra el supuesto abuso de los horarios laborales por parte de las empresas privadas y no han parado de criticar un supuesto abuso de los contratos temporales por los mismos empresarios. Pues bien, los últimos datos oficiales demuestran que al cierre de 2024, la temporalidad del sector privado era de un 12,4% mientras que la del sector público ascendía a más del doble: llegaba hasta el 28,3%.
Los datos demuestran una cuestión más. Y es que la tendencia bajo el mandato del Gobierno de Pedro Sánchez ha sido escandalosa en favor de la temporalidad en el sector público, mientras que ha sido el sector privado el que más ha abandonado estas figuras de contratación laboral. De este modo, en el cuarto trimestre del año 2021 la temporalidad total era del 25,6%, que se dividía entre una temporalidad en el sector privado del 24,1% y una del sector público del 31,2%. Pues bien, tres años después, la total había bajado claramente, hasta el 15,5% -dato que usa el Gobierno para afirmar que sus reformas funcionan, pero, claro, la cuestión está en quién ha hecho los esfuerzo. Y la realidad es que esa bajada se ha cosechado porque las empresas privadas han reducido su temporalidad hasta el 12,4% -justo a la mitad- mientras que el sector público casi no la ha recortado, dejándola ahora en el 28,3%. De hecho, la única reducción de temporalidad que ha llevado a cabo el aparato público, observados los datos por sexo, ha sido en las plazas de mujeres, cuya ratio de temporalidad ha bajado del 37,2% al 32,4%. En los hombres tan sólo ha bajado en tres años una décima.
El sindicato USO ha abordado esta situación en su último informe de evolución laboral. "Bajar la tasa de temporalidad fue uno de los grandes objetivos de la última reforma laboral. Agrupando en dos grandes sectores a los asalariados: sector privado y sector público, y dentro de ellos analizando que naturaleza tiene su contrato, vemos cono el sector privado ha reducido la tasa de temporalidad en 12 puntos desde 2021, mientras el sector público la ha bajado en 3 puntos solamente", destaca USO. Y añade: "Mientras que el sector privado ha reducido la temporalidad que tenía en 2021 a la mitad, el sector público sigue manteniendo una alta tasa de temporalidad y más que duplicando la del sector privado (16 puntos más). Uno de cada tres empleados públicos tiene un contrato temporal".
Lo cierto es que ese dato implica una segunda cuestión que tiene también mucho que ver con la política de Pedro Sánchez: su colonización e invasión de entidades públicas. Sánchez está llenado capas amplísimas de la Administración de personal no contratado por medio de oposición sino por fórmulas de contratación laboral temporal aunque sea para ocupar plazas públicas. Eso le permite aplicar unos criterios mucho menos independientes y objetivos y, por lo tanto, mucho más dependientes de factores subjetivos y políticos. Este factor también responde a esa evolución de la temporalidad en el aparato público.