
Se confirma el descenso general de Junts per Catalunya, el partido heredero de Convergència y que pilota desde Waterloo el expresidente de la Generalidad golpista Carles Puigdemont. Según los datos del último barómetro del Ayuntamiento de Barcelona, Aliança Catalana supera en intención de voto a Junts e irrumpiría en el consistorio condal como cuarta fuerza política, por delante de Junts, PP, Vox y la CUP.
Según la encuesta, 803 entrevistas telefónicas realizadas entre el 18 y 25 de noviembre, el PSC ganaría las elecciones con el 12,1% de los votos, dos décimas más que los resultados obtenidos en las municipales de 2023. ERC adelanta a Barcelona en Común y se sitúa como segunda fuerza con un 7,8% de los votos. El partido de Colau, que presentará a Gerardo Pisarello como candidato tras descartar a Bob Pop, pasaría al tercer lugar, con el 6,9% de los votos. A continuación, Aliança Catalana obtendría el 3,9%, cinco décimas más que Junts, con el 3,4%. Siguen el PP, con el 2,4%; la CUP, con el 2,3% y Vox, con el 2,1%.
Descalabro de Junts
El descalabro de Junts en Barcelona es particularmente acusado, toda vez que en las municipales de 2023, Xavier Trias logró el 13,5% de los votos, siendo Junts la primera fuerza. Los comunes también caen de manera notable, al pasar del 11,9% al 6,9%. PP y Vox también retroceden en relación al 2023. El PP obtuvo entonces el 5,5% frente al 2,4% que le otorga el sondeo. Y Vox pasa del 3,4% al 2,1%, lo que podría comprometer su presencia en el pleno barcelonés.
Vivienda e inseguridad
En cuanto a los problemas percibidos por los ciudadanos, el acceso a la vivienda es el primero de ellos. Así lo anotan el 32,8% de los encuestados. Siguen la inseguridad (25,2%) y a gran distancia la limpieza (6,8%), los "problemas asociados a la inmigración" (6%), el turismo (4,1%) y el tráfico (2,9%).

