Hoy 10 de diciembre se celebra en esta Comunidad el DÍA DE LA MEMORIA. Así se aprobó en el Parlamento Vasco y en las Juntas Generales. Memoria en la que tienen cabida las víctimas de ETA junto con las de los GAL y otras más. Un día al que se quiere dar una relevancia especial porque como se dice en la declaración que se ha aprobado "la preservación de la memoria es el mejor servicio que podemos prestar por los que no están con nosotros". Me parece estupendo que se establezca una fecha para la Memoria de las víctimas del terrorismo porque nunca podemos ni debemos olvidarlas.
Sin embargo me pregunto: ¿es la Memoria el mejor servicio que podemos prestar a las víctimas? Considero que no. Es la Justicia la que debe primar en todo momento y circunstancia. Sin Justicia no hay memoria que valga porque nadie puede ni podrá recordar sin que se le caiga la cara de vergüenza a las víctimas de Josu Ternera, por poner un ejemplo, cuando sigue viviendo a sus anchas sin que el Gobierno mueva un dedo para detenerlo. Ejemplos los tenemos a montones. Ejemplos que nos indican que la negociación vuelve por sus fueros. Razones por las que miles de ciudadanos estuvimos en Colón denunciando lo que es injusto y pidiendo JUSTICIA Y DIGNIDAD. No hay "pacto de silencio", como el pedido por el PNV, que haga callar a las víctimas y a los ciudadanos que allí estuvimos. La Democracia exige "luz y taquígrafos" y si lo que se propone es un silencio propiciador de injustas concesiones a los terroristas, pues "apaga y vámonos", no a casa sino a denunciarlo.
Que no nos engañen, hoy por hoy, el foco de luz está direccionado solamente a la Memoria, por lo que sobre la justicia y la dignidad lo que se proyecta es la sombra, una sombra cada vez más grande.