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Pablo Casado ve margen de acuerdo con Ciudadanos: "Ni de izquierdas ni de derechas"

Génova admite coincidir en "lo esencial" con Ciudadanos, aunque no renuncia a criticar su programa. Rajoy pregunta a Cifuentes por su pacto.

Génova admite coincidir en "lo esencial" con Ciudadanos, aunque no renuncia a criticar su programa. Rajoy pregunta a Cifuentes por su pacto.
Casado y Levy despachan con los periodistas este lunes en la sede nacional del partido | Tarek

Hasta la fecha, Mariano Rajoy siempre se ha negado a hablar de posibles pactos postelectorales. Pero el viernes pasado se volvió a ver cara a cara con Albert Rivera, y constató una evidente sintonía con respecto a la amenaza separatista. Y este lunes, al término de un largo Comité de Dirección, Pablo Casado se olvidó de la coletilla de "son un partido de centro-izquierda" para enfatizar los lazos en común. "Con ellos nos une lo esencial", resumió en rueda de prensa.

Según las fuentes consultadas, el PP no va a renunciar a hacer crítica política y a comparar los programas electorales. Por ejemplo, en materia tributaria o de principios ideológicos. Si bien, públicamente, el vicesecretario de comunicación reconoció "un cauce de colaboración" con el partido naranja y se congratuló de la "fotografía" del presidente tanto con Rivera como con Pedro Sánchez.

Cabe destacar que Casado nunca ha escondido que tiene una buena relación con no pocos cargos de Ciudadanos, empezando por Rivera. Si bien, la modulación en el discurso llega tras el despacho entre los líderes y otra remesa de encuestas. La última, del diario ABC, revela que PP y Ciudadanos obtendrían mayoría absoluta de celebrarse hoy elecciones generales. Y el rotativo señala en su editorial: "Un pacto -entre ambos partidos- garantiza la formación de un Gobierno estable y duradero, con una sólida mayoría parlamentaria. Entre ambas formaciones sumarían 183 escaños (…) Lo demás es una apuesta por la inestabilidad", subraya.

Un sondeo -Ciudadanos con 55 escaños gana lo que el PP, con 128 actas, pierde con respecto a 2011- que fue analizado en la habitual reunión de los lunes, que otra vez presidió María Dolores de Cospedal ya que Rajoy seguía con la ronda de contactos para recabar apoyos en defensa de la unidad de España. Fueron más de dos horas de despacho, donde constataron que "el problema" es que Ciudadanos todavía no ha tocado techo, aunque ahora se ve "claramente" que le está pasando también factura al PSOE. Por su parte, los populares, muy satisfechos con el papel de Rajoy en la cuestión catalana, aspiran a subir un punto en intención de voto cada semana.

Sea como fuere, al término de esa reunión, fue Casado y no Javier Maroto -muy crítico con Rivera- el que compareció ante los medios, e inició una aproximación. "A Ciudadanos nos une algunas cuestiones y otras menos" pero "no estamos diciendo que sean de izquierdas ni de derechas ni galgos o podencos", argumentó en una de sus contestaciones. Hace tan sólo dos meses, después de los comicios catalanes, Maroto acusaba a Rivera de tener una inclinación "evidente". "Las pruebas están en las votaciones, tanto en Andalucía como en Madrid votan al PSOE. Es de centro izquierda", afirmó ante los periodistas.

Por el contrario, Casado matizó que si se vinculó a Ciudadanos con el "centro-izquierda" es porque así quedaba reflejado en su ideario político y aseveró, por dos veces, que pueden llegar a entenderse en "lo esencial". Si bien, desde la cúpula nacional también se precisó que la candidatura de Rajoy a la presidencia no es negociable en caso de victoria electoral. "Sería absolutamente inaceptable" que Rivera exigiera su cabeza, según avisó recientemente Alfonso Alonso. "Como partido, pondremos en valor la solvencia, la fiabilidad y la experiencia -de Rajoy- en un momento complejo", se sumó el vicesecretario general este lunes.

Precisamente, casi al mismo tiempo pero en la Moncloa, el presidente le preguntaba a Cristina Cifuentes por el balance que hacía de su pacto con Ciudadanos en la Comunidad de Madrid. Una experiencia "satisfactoria", le transmitió la líder regional, que se puso al lado de Rajoy en su estrategia frente a Artur Mas y sus aliados. "Es acertada, porque es inclusiva y busca que vayamos todos en la misma dirección. Una estrategia de unidad frente a quienes plantean de manera unilateral la secesión de una parte de España y están haciéndolo al margen completamente de la Constitución y del sistema legal", argumentó.

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