Ni 24 horas han esperado los de Carles Puigdemont en Madrid para empezar a meterle prisas al ya presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.La ahora coordinadora del grupo para Congreso y Senado, Marta Pascal, ha dejado claro este viernes que el "no" a Mariano Rajoy no es un "sí" a Pedro Sánchez. La dirigente separatista volvía a reclamar una solución política y no en los tribunales para la situación en Cataluña y apremiaba a Sánchez a fijar "las primeras concreciones" de sus promesas, por ahora, de diálogo con el nuevo presidente catalán Quim Torra.
Nada se sabe de lo que se haya podido hablar en las conversaciones que han mantenido en las últimas horas dirigentes socialistas y del PDeCAT pero en principio, los reclamos de la nueva CDC podrían ir dirigidos a poner fin inmediatamente al 155 en Cataluña, algo que sucederá este fin de semana tras la toma de posesión del nuevo Gobierno de Quim Torra y el fin de la intervención de las finanzas catalanas, que es lo que más obsesiona al seno del independentismo. Después podrían introducirse demandas en el asunto de educación y medios de comunicación.
A la espera de conocer qué le va a costar a Sánchez el voto de los de ERC y PDeCAT, el apoyo de estos últimos ha tenido ya las primeras consecuencias negativas en el seno del partido. El expresidente fugado ahora en Berlín, Carles Puigdemont, apostaba por la abstención para escenificar el aislamiento de la política nacional pero finalmente Marta Pascal optó por el sí –era su posición desde el principio– pese a las consecuencias a nivel interno que esto pueda suponer. Conseguir que las relaciones entre España y Cataluña sean de tú a tú, es el deseo inmediato de ERC después de que su grupo parlamentario, con sus 9 diputados, también haya contribuido a hacer presidente del Gobierno a Pedro Sánchez.