Pedro Sánchez ha comparecido en el Senado para explicar las medidas que pretende adoptar para hacer frente a la crisis inflacionista y el alza de precios de la energía. El presidente del Gobierno ha tirado de triunfalismo, asegurando que, de no ser por las iniciativas ya aprobadas, su coste sería aún más alto, y ha responsabilizado de la situación a Rusia, señalando al PP o a los medios de comunicación por sus predicciones negativas.
"No va a haber ni apagones, ni racionamiento de bombonas de butano como dice la bancada de la derecha y jalean los medios de comunicación", ha prometido, asegurando que "lo que no va hacer nunca un líder es jugar con el miedo de la población", en línea con las recientes acusaciones lanzadas contra el PP, al que acusó de ser "catastrofista", optando ahora por llamarles "chamanes", vinculándoles nuevamente con las eléctricas y "los cenáculos madrileños".
Esta llamada a la calma de los ciudadanos se producía precisamente después de pedir "prepararse para lo peor" ante la incertidumbre generada por Rusia por los cortes de suministro de gas a Europa. Una situación ante la que ha defendido la necesidad de mostrar "solidaridad" con el resto de la UE, comparando la situación con la vivida durante la pandemia del covid.
Las predicciones del Gobierno
Sánchez ha augurando que "la inflación, tarde o temprano, acabará cayendo", prometiendo que los españoles recuperarán su poder adquisitivo, aunque sin detallar ninguna medida concreta para que pueda alcanzarse ese objetivo, a la vez que ha reconocido que se puede producir "una recesión corta".
"Es cierto que vamos a crecer menos de lo deseado pero vamos a crecer casi al doble que las principales economías europeas", ha augurado Sánchez quien también ha pronosticado que los que manejan en La Moncloa es es que la inflación baje al 8% para finales de 2022 y se reduzcan al 3% en 2023. "Pero esas cifras pueden cambiar", ha deslizado Sánchez quien ha reconocido que "estas proyecciones ya se han equivocado" con anterioridad.
El jefe del Ejecutivo ha añadido que los próximos hitos del inminente Plan de Contingencia "no se tratará de hacer grandes sacrificios, sino pequeños cambios en los hábitos de consumo" y que las medidas del Plan de Contingencia que está preparando el Ejecutivo "no van a ser dramáticas". En este sentido ha anunciado que reformará el mercado eléctrico y de comercio y emisiones de CO2 pero sin adelantar detalles.
"Los precios están por las nubes"
A pesar de intentar mostrarse empático con los españoles admitiendo que "los precios están por las nubes", el presidente ha evitado asumir responsabilidad alguna por lo ocurrido y ha defendido el tope al gas en la península ibérica aprobado por el Gobierno. "Sin esa excepción ibérica hoy los españoles estarían pagando 2.000 millones de euros más", ha presumido.
El jefe del Ejecutivo ha aprovechado para dirigirse a la bancada del PP. "Señores de la derecha dejen de hacer el ridículo y de hablar de timo ibérico", ha afirmado antes de anunciar que aprobarán "una excepción en la cogeneración de las industrias con gran consumo de gas" para que, además de las familias, las industrias queden cubiertos por el "mecanismo ibérico". Según Sánchez esta medida beneficiará a las empresas que "representan el 20% del PIB industrial".
El jefe del Ejecutivo ha vuelto a defender su impuestazo a las eléctricas bajo la excusa de "beneficios caídos del cielo". Sánchez ha pedido a estas empresas "arrimar el hombro sino porque parte de ese éxito se lo deben a las sociedad española".
Sánchez ha refutado la frase de Macron asegurando que "estamos viviendo el fin de la abundancia". "Estamos ante algo nuevo", ha asegurado el español tras augurar que será "una economía más responsable que antes". "Europa no está dejando de prosperar", ha asegurado el presidente del Gobierno quien ha prometido que "el Estado del bienestar será cada vez más fuerte".