
Vox ha presentado en el Congreso un plan alternativo a la agenda climática promovida por el Gobierno de Pedro Sánchez para, entre otras cosas, acabar con la prohibición de explotar recursos propios en un momento en el que su utilización podría aliviar considerablemente el precio de la energía en España y, con ello, la subida de la inflación.
El partido de Santiago Abascal ha registrado una proposición de Ley, avanzada por Libertad Digital, para modificar la norma aprobada en el año 2021 sobre cambio climático y transición energética -que salió adelante con el único voto en contra de Vox- con el objetivo de incluir el concepto de soberanía energética y revisar la prohibición de explorar, investigar y explotar recursos propios, minerales y energéticos de nuestro país.
La propuesta, presentada por el portavoz parlamentario, Iván Espinosa, y el secretario general del grupo, José María Figaredo, plantea, entre otras cosas, estudiar la posibilidad de abrir la central nuclear de Garoña, o acabar con los planes de movilidad en los municipios, como el Nuevo Madrid Central, que fuerzan a los ciudadanos a comprar vehículos eléctricos o usar el transporte público.
"La batalla cultural no es sólo una cuestión ideológica, tiene consecuencias económicas", ha defendidoel portavoz parlamentario, que ha calificado de "parches" las medidas anunciadas hasta ahora que son, ha dicho, fruto del "fanatismo climático". Figaredo ha destacado por su parte que la propuesta de Vox busca acabar con las leyes idelógicas de la izquierda que perjudican a los españoles. "Es hora de que los políticos pensemos en el fin de mes, no en el fin del mundo", ha destacado.
La contradicción europea
El texto, adelantado por este periódico, denuncia el encarecimiento de la energía de manera "ficticia" a través de la imposición de tasas verdes, trabas burocráticas o penalizaciones, como las existentes para las emisiones de CO2, que repercuten en las empresas y los consumidores "sin recibir explicaciones ni sobre sus posibles beneficios ni sobre sus seguros sacrificios".
El partido recuerda que, a pesar de que China, India y EEUU son responsables de más de un 50% de la contaminación mundial, se niegan a imponer políticas de reducción de emisiones que sí aplica Europa, a la que después venden los bienes y servicios que ésta se niega a producir.
Vox critica que tales políticas climáticas se basen en estudios que denuncian en exclusiva los aspectos negativos del cambio climático e "ignoran los indudables efectos positivos del calentamiento global" y excluyen "cualquier tipo de análisis coste/beneficio de las posibles alternativas, de los plazos de adaptación y de la posible mitigación de sus efectos".
El cambio climático y su "catastrofismo"
"A pesar de que las previsiones de estos estudios, que en su mayoría tendían y tienden al catastrofismo, se han incumplido en gran medida, los gobiernos mundiales siguen alimentándose de estos estudios para fomentar políticas en el sentido indicado", recoge la propuesta.
En esta línea engloban la negativa de España a incluir el gas natural y la energía nuclear como energías verdes, a pesar de la reciente posición adoptada por Europa que apuesta ahora por reforzar estas fuentes en un mix energético, o la prohibición de explotar recursos propios, "profundizando en la severa situación de dependencia energética de España".
Las fuentes de energía españolas
El partido sostiene que en España "existen reservas de hidrocarburos no convencionales para satisfacer la demanda nacional durante más de 70 años", además de las "probables reservas convencionales de petróleo en aguas próximas a Canarias". Del mismo modo, las centrales térmicas y nucleares podrían seguir funcionando, aliviando con ello los precios.
Vox reclama además una reducción de impuestos a la electricidad y los carburantes, incluso su eliminación temporal, para afrontar la grave situación que se compensarían con el alza de precios y el incremento de la recaudación que experimenta el Estado con ella.
El partido defiende haber sido el único que ha alertado de la actual situación desde 2018 y que ha apostado por un plan de soberanía energética, habiendo presentado infinidad de iniciativas al respecto en el Congreso y otras instituciones,.con el rechazo constante del resto de grupos, incluido el PP.

