Nada más salir del coche oficial, Pedro Sánchez se dirigió hacia José Crehueras, el presidente del grupo Planeta y de las "terminales mediáticas" (según el lenguaje presidencial) de Atresmedia. No fue el único poderoso que este miércoles estuvo en la Casa de América para asistir a la presentación del libro del exministro de Sanidad, Salvador Illa, El año de la pandemia.
En las primeras filas, junto a los diez ministros del Gobierno o la presidenta del Congreso, también estaba el vicepresidente del Banco Santander, Juan Manuel Cendoya; el presidente de Indra, Marc Murtra; el presidente de Atrys Health, Santiago de Torres; el presidente de Renfe, Isaías Táboas; el alto cargo del Cercle de Economía, Gerard Guiu o el presidente de RTVE, José Manuel Pérez Tornero.
Su presidencia contrastaba con el discurso de Pedro Sánchez de los últimos días tratando de vincular al PP con "los poderosos" que tienen "terminales mediáticas". Este miércoles, pese a tenerlos delante, el discurso del presidente del Gobierno no hizo mención algunas a "los cenáculos". Tampoco repitió su frase de "si protesta la señora Botín, es que vamos en la buena dirección", pese a que en la segunda fila estaba el número dos del Banco Santander.
Sin palabras para los poderosos, pero sí para Illa
Pedro Sánchez optó por elogiar al novel escritor, Salvador Illa, el exministro de Sanidad y actual líder del PSC, del que dijo que admiraba "su temple" . "En Cataluña se necesita mucho temple", aseguró el presidente del Gobierno quien definió a Illa como "un hombre bueno" que tuvo que conocer "el lado más amargo de la política".
"Después de dos años y medio de pandemia, dudamos de si algún día podríamos recuperar la distancia social", aseguró Sánchez que no anunció ninguna novedad con respecto a las mascarillas, que siguen siendo obligatorias en el transporte público.
Dentro de dos año y medio...
No faltaron las menciones a la actualidad. Pedro Sánchez auguró que, dentro de dos años y medio, tampoco nos acordaremos "de la Guerra de Putin" para prometer que, mientras tanto, "los trabajadores no sufrirán como consecuencia de esta guerra" o que el "estado del bienestar tienen que salir mucho más fuerte" de esta crisis.
Sánchez, que definió a la pandemia como "el gran combate de nuestra generación", añadió, con tono emotivo, que fue un "honor luchar" al lado de su "amigo" Illa. El exministro de Sanidad participó en un coloquio, moderado por Angels Barceló, en el que reconoció que el momento más duro fue cuando tuvieron que prohibir que la gente asistiera a los entierros.