La victoria de Georgia Meloni es interpretada por muchos como un síntoma de la crisis política que afecta a Europa, gravada por una profunda crisis económica. El resultado de Fratelli d’Italia vendría a confirmar que los partidos tradicionales ya no son vistos por muchos ciudadanos como la solución a los problemas reales que les afectan.
El triunfo de Meloni supone, en parte, un voto de castigo a Bruselas y a las políticas que han aplicado durante los últimos años, lo que explica la preocupación de las autoridades europeas por el avance de la derecha más conservadora en países como Italia, Polonia, Hungría, Suecia y, en un futuro quizá España y Portugal.
Esta creciente hegemonía tendría como principal damnificado al PPE, según auguran en Vox, que ve a esta agrupación "en franca retirada", no sólo por la pérdida de peso político en los distintos países de Europa, sino por haber asumido buena parte de las políticas de la izquierda a cambio de renunciar a sus postulados más conservadoras.
Socialdemócratas vs conservadores
Desde Vox explican que, tras lo ocurrido en Italia, Europa avanza hacia una batalla ideológica que se librará entre partidos socialdemócratas y la derecha más conservadora, con un PP europeo que quedaría "diluido".
El partido de Abascal recuerda que la derrota de Angela Merkel en Alemania ha supuesto todo un golpe para esta formación que, poco a poco, vería mermado su peso político en el continente, a pesar de ser todavía la segunda fuerza en el Parlamento europeo, que no celebrará elecciones hasta 2024, tras las últimas de 2019.
"En apenas dos años el panorama ha cambiado mucho", aseguran desde Vox al referirse a la actual situación política en Europa. A la pérdida de gobiernos por parte de la derecha tradicional, se suma también la salida del húngaro Viktor Orban del PPE, lo que les hizo perder influencia.
Fratelli, trampolín para Vox
El vicepresidente político de Vox, Jorge Buxadé, presumía este lunes de que "en el Consejo de la UE los partidos que representan al ECR son la segunda fuerza de Europa, muy por delante del PPE", después de celebrar el triunfo de Meloni en Italia. "Ese es el futuro", remataba el también eurodiputado.
El éxito de Meloni puede suponer todo un revulsivo para Vox precisamente cuando atraviesan por su peor momento, después del resultado de las elecciones en Andalucía y la posterior salida de Macarena Olona. El partido niega estar cayendo en las encuestas y hace hincapié en que muchas auguran que tendrán el mismo resultado que en 2019 o ligeramente por encima, cuando todavía falta más de un año para las generales.
"En alguna encuesta Vox baja pero pongo en valor sólo una: en sólo diez días se han inscrito en Viva 22 más de 15.000 personas y en la calle percibimos que Vox es la única alternativa real al Gobierno de Sánchez", decía Buxadé al ser preguntado por esos sondeos. El partido desprecia habitualmente estos estudios al entender que se manipulan para influir en el voto.
Al margen de la influencia que el triunfo de Meloni pueda tener en España, Vox de felicita por la implantación de sus políticas en nada menos que uno de los países fundadores de la UE, lo que avala que su diagnóstico actual es acertado y acabará imponiéndose, explican.