El varapalo del Constitucional a los métodos legislativos del Gobierno ha puesto en alerta a la Moncloa que trata de imprimir un tono de solemnidad y gravedad a todas sus comparecencias. El Ejecutivo no para de acumular declaraciones institucionales, sin preguntas ante la prensa, desde el atril de la Moncloa para asegurar que acatan la sentencia.
"Una decisión sin precedentes en la historia democrática de nuestro país", ha afirmado Pedro Sánchez que ha emulado a su ministro de Presidencia, Félix Bolaños, que sólo unas horas antes comparecía también desde la misma sala para asegurar que acataba la sentencia.
El presidente del Gobierno ha reprochado al Constitucional que haya permitido "paralizar la acción de las Cortes Generales". "Se impide a los representantes legítimos elegidos por los representantes españoles", ha añadido con una retórica populista. Una afirmación que contrasta con su actitud en el Senado, donde han permitido que la norma siga tramitándose pero sin las dos enmiendas sobre las que hay medidas cautelares.