Los de Unidas Podemos están muy nerviosos. Las elecciones locales y autonómicas están a la vuelta de la esquina, las generales cada vez más cerca, Yolanda Díaz sigue ajena a las presiones moradas y sobrevuela la crisis mientras sigue fraguando su Sumar y, en el último episodio de la crisis del Gobierno de coalición, la rebaja de condenas a violadores y pederastas gracias a la ley del ‘solo sí es sí’ ha obligado al Ejecutivo de Pedro Sánchez a enmendarle la plana a la ministra de Igualdad, Irene Montero.
En un primer momento, tanto la secretaria general de Unidas Podemos y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, como la propia Montero, culparon a la "derecha mediática, política y judicial" como la gran responsable de que, ante el estupor de la opinión pública, casi 300 agresores sexuales se hayan beneficiado ya de una supuesta "ley feminista".
Sin embargo, los de Unidas Podemos han dejado de guardar las formas con su socio de Gobierno y han comenzado a arremeter directamente contra el Ministerio de Justicia que dirige la socialista Pilar Llop. El último en hacerlo ha sido el director general de Derechos de los Animales, Sergio García Torres, un departamento que depende directamente del ministerio de Ione Belarra.
A través de un mensaje en Twitter, García Torres ha acusado al Ministerio de Justicia de ser "el gran freno de políticas progresistas". También ha asegurado que "pretenden volver a la propuesta del PP en la ley ‘solo sí es sí’ y en la modificación del Código Penal en maltrato animal" porque "han pretendido rebajar penas con alternativa de multas, lo que tumbará la reforma", amenaza García Torres.
El ministerio de Justicia es el gran freno de políticas progresistas, pretenden volver a la propuesta del PP en la Ley Solo Si es Si y en la modificación del código penal en maltrato animal, han pretendido rebajar penas con alternativa de multas, lo que tumbará la reforma. pic.twitter.com/QzqSmubnS3
— Sergio Torres (@SergioGaTorres) January 30, 2023
Más pena por pegar un perro que a una persona
El gran impulsor de la ley de Bienestar Animal se refiere a las enmiendas al proyecto de reforma del Código Penal en materia de maltrato animal que presentó el grupo socialista el pasado mes de noviembre para que las penas por lesionar a un animal no sean equiparables al delito de lesiones leves a personas.
De hecho, el propio CGPJ advirtió en un demoledor informe que la reforma del Código Penal que plantea Podemos supone que en algunos tipos delictivos la pena impuesta es superior cuando las víctimas son animales que cuando son personas. También alegaron que "la respuesta punitiva, en virtud del principio de proporcionalidad, debe ser acorde con la naturaleza del bien protegido."
Por ese motivo, antes de encontrarse ante un escandaloso problema jurídico como el que ha provocado la ley del ‘solo sí es sí’, el PSOE planteó que en los casos de agresiones a animales que no requieran tratamientos veterinarios las multas aplicables estén en la horquilla de uno a dos meses, en vez de uno a tres, como propone Podemos y que es la que se aplica actualmente en los casos equivalentes de lesiones a personas.
La guerra por los perros de caza
El conflicto entre ambos socios lleva camino de recrudecerse en los próximos días, especialmente después de que el PSOE haya anunciado que va a presentar una proposición de ley para reformar la ley del ‘solo sí es sí’ y sortear así el bloqueo de Igualdad. Sin embargo, la ley de Bienestar Animal siempre ha sido el campo de batalla en el que Podemos ha cruzado insultos y acusaciones contra sus socios sin ningún tipo de miramientos.
La enmienda socialista para excluir a los perros de caza de la ley animalista ha desatado la ira morada que, bajo el mantra "mismos perros, misma ley", no ha dudado en acusar a sus socios de colocarse "del lado de los maltratadores, de las personas que apalean, torturan y maltratan a los perros, (...) del lado de las personas que cuelgan galgos o que entierran al cachorros en cal viva".