En plena Semana Santa, el programa Està passant de TV3 trató de ridiculizar las creencias de los católicos, a la Virgen del Rocío y a los andaluces con una parodia lamentable en la que una actriz ataviada como la citada imagen usaba el español para reírse del acento andaluz y en la que llegó a decir que tenía ganas de fornicar porque llevaba doscientos años "sin echar un polvo como Dios manda".
Tras la polémica desatada, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, justificaba el insultante episodio, amparándose en el derecho a la libertad de expresión. "Igual que existe la libertad de expresión para hacer humor, existe la libertad de expresión para criticar el gag tanto como se considere", ha argumentado la líder de los comunes en el coloquio del desayuno informativo del Forum Europa-Tribuna Cataluña, organizado por Nueva Economía.

