Santiago Abascal se ha dirigido este domingo directamente a Alberto Núñez Feijóo, que este domingo hacía un llamamiento a los votantes de Vox para apoyar al PP porque "esta puede ser la última oportunidad". Una apelación al llamado voto útil que ha hecho durante el mitin celebrado en la plaza de toros de Valencia que ha enojado al líder de Vox.
"Ya está bien de atemorizar a la gente", se ha quejado Abascal ante las cientos de personas que se han reunido para escucharle en Albacete, donde ha viajado después de visitar estar este fin de semana Guadalajara y Ciudad Real, convirtiendo Castilla La Mancha en la comunidad que más va a pisar durante la campaña, que cerrará además en Toledo. Desde esta región en la que aspiran a ser claves para gobernar, el líder de Vox ha lanzado varios avisos a Feijóo.
Después de criticar que el PP fue "inútil" "para "echar al socialismo en Andalucía hasta que llegó Vox" o para "derogar las políticas de la izquierda cuando tuvieron mayoría absoluta", le ha preguntado de forma retórica para qué quiere el voto útil cuando lo importante es "defender convicciones" y "hacer lo que se dice cuando se ganan las elecciones". "Ya están otra vez con la cantinela del voto útil", decía visiblemente molesto.
Unas horas antes, en un mitin en Ciudad Real, Abascal advertía a Feijóo de que no cederá sus votos gratis para que gobierne el PP después del 28-M. "El que quiera que entreguemos los votos gratis que no nos vote, que vote directamente al PP", decía recuperando uno de las frases que más repitió durante la campaña de Castilla y León, única comunidad en la que gobiernan.
"Me preocupa ver a otros que no están pensando en la alternativa", ha dicho el líder de Vox, quejándose de que el PP les exija su apoyo sin ni siquiera negociar. "Son un poco chulos, venden la piel del oso antes de cazarlo, dejad que la gente vote", decía entre aplausos de los presentes.
El líder de Vox viene advirtiendo desde hace tiempo de que no volverá a repetirse la fórmula aplicada en Madrid hace dos años cuando decidieron apoyar a Isabel Díaz Ayuso en la investidura sin contrapartidas. El modelo a seguir para los futuros pactos será, por tanto, el que llevó a Juan García-Gallardo a ser vicepresidente.