Jesús Longueira es un Policía Nacional nacido en 1970 en La Coruña. Recuerda que siendo un agente de algo más de veinte años destinado en Bilbao le miraban con odio esos desconocidos habituales. Su delito, "llevar una bandera de España" en la manga del uniforme.
Cuatro de sus compañeros fueron víctimas de ETA. Uno de ellos, Eduardo Antonio Puelles García fue asesinado el 19 de junio de 2009 en Arrigorriaga. De una bomba lapa adosada a su Renault Megane particular. No falleció por la explosión sino entre las llamas pidiendo a gritos auxilio.
En esta entrevista con Libertad Digital Longueira relata, con un dolor y una desolada calma que conmueven, una vida marcada por el terrorismo.
Longueira es autor del libro, Eta, ni olvido ni perdón, que incluye testimonios inéditos de otros agentes y de familiares de víctimas del terrorismo. Un glosario de acontecimientos lamentables para la historia de España. En breves capítulos, recorre la vida de todas las víctimas de ETA. En uno de ellos capítulos agrupa biografías especialmente desoladoras, donde la crueldad de los desalmados se ceba con las víctimas. Sí, gente sin alma, asesinos y cómplices, delatores sin escrúpulos, muchas veces familiares o vecinos, que sirven ‘la presa’ en bandeja a los pistoleros. Nadie es de fiar, incluidos curas u otros policías.
ETA ha tenido muchos apellidos políticos. Vasos comunicantes. El de ahora es Bildu y concurren a las elecciones con la impunidad que les facilita la sociedad española.