Alberto Núñez Feijóo se ve ganador de las elecciones y con posibilidades reales de gobernar en solitario, acercándose cada día más a la mayoría absoluta. El debate de anoche con Pedro Sánchez ha sido una inyección de moral para un partido que ya estaba muy movilizado pero que empezaba a temer una posible remontada de la izquierda, apoyada sobre todo en los abstencionistas.
En el PP se muestran eufóricos por el resultado y creen haber cortado de raíz la posible mejora que pudiera cosecha Pedro Sánchez durante la campaña. En conversación informal con los periodistas, Feijóo admitía que el debate ha permitido "ponerse las pilas" y "conectarse" a la campaña. Aún así, pide "cautela" a los suyos porque ha ocurrido otras veces que "se ha ganado un debate y se han perdido las elecciones".
El presidente del PP ha lamentado no haber podido exponer mejor sus medidas por las constantes interrupciones de Sánchez, que "esperaba" pero "no tanto", atribuyendo a una mala estrategia el haber intentado constantemente distraerle hablando de fondo para que "perdiera el hilo".
Feijóo ha defendido que la negativa de Sánchez a firmar el pacto para que gobierne la lista más votada es una auténtica "declaración de intenciones", algo "inédito en democracia", por lo que dice estar convencido de que "ayer muchos votantes de Vox cambiaron su voto o están a punto de hacerlo" temerosos de que se reedite un gobierno Frankenstein si el PP no logra una mayoría suficiente.
Aclamado por los suyos
Aunque el cara a cara ha tenido lugar al principio de la campaña y quedan todavía diez días de margen hasta que finalice la contienda, el PP se muestra convencido de haber alcanzado un punto de no retorno que favorece sus intereses, gracias al papel desempeñado por Feijóo, más destacado por no haberse visto nada favorecido con el arbitraje del cara a cara.
"¿Para qué tantos asesores y tiempo invertido en prepararse? no le ha servido para nada", ha proclamado Feijóo las horas posteriores a la cita, en un acto en Ciudad Real, ante cientos de personas que le han aclamado al grito de "presidente".
A su llegada a la ciudad, el líder del PP no ha parado de atender a simpatizantes que le pedían fotos y le felicitaban por su papel de anoche. "Ahora, a por la absoluta", le han implorado.
Frente a la catedral de la ciudad manchega, en la única región que pudo retener el PSOE el pasado 28-M por un puñado de votos, Feijóo ha planteado la disyuntiva de elegir el próximo 23-J entre "un gobierno sanchista con los independentistas y la unidad de España", llegando a afirmar que "el voto a Vox es un voto útil a Sánchez".
"Lo fían todo a un supuesto miedo, dicen que hay que temblar por el túnel del tiempo, su auténtico miedo es a las urnas", ha dicho el líder del PP ante unas 600 personas que le han escuchado a pesar de los casi 40 grados de temperatura que ya marcaba el termómetro al mediodía.