
Alberto Núñez Feijóo afronta unas semanas difíciles marcadas por los contactos políticos que ya ha iniciado para intentar ser investido presidente. El líder del PP admite la dificultad de conseguir tal proeza pero insiste en que "lo va a intentar". De esta forma, dejaría patente que ha ganado las elecciones y tiene preferencia para ser presidente, aunque el intento resulte fallido, como ya le piden barones del partido.
El presidente andaluz, Juanma Moreno, aseguró ayer a la salida de la Junta Directiva Nacional del PP que "sí cree que" Feijóo tiene que presentarse para intentar conseguir el apoyo del Parlamento, aunque no cuente con los apoyos suficientes. Una tesis a la que se sumaron otros presidentes autonómicos del partido a la salida del encuentro.
Fuentes del PP dejan abierta esta posibilidad pero no confirman que Feijóo haya decidido dar el paso. De momento, insisten en el partido, la prioridad es lograr los apoyos suficientes para garantizarse la presidencia. Cuenta con el apoyo de UPN y ya ha hablado con CC, Vox y PNV, que anoche ya confirmó que ni siquiera iniciará conversaciones formales para estudiar un apoyo, cerrando así está opción. También mantuvo una conversación con Pedro Sánchez, al que emplazó a seguir hablando tras el recuento del voto extranjero del que penden uno o dos escaños en Madrid o Gerona.
En la mente de todos está la decisión de Mariano Rajoy del año 2016 cuando rechazó el encargo del Rey de ir a una investidura, aunque resultara fallida, lo que motivó que la tarea la asumiera el entonces líder de la oposición, Pedro Sánchez, que pactó un programa de gobierno con el exlíder de Cs, Albert Rivera. La negativa de Unidas Podemos a abstenerse para facilitar esa opción truncó los planes, pero en la retina quedó un Rajoy que asumió un papel perdedor habiendo quedado primero.
Otro ejemplo fue el de Inés Arrimadas cuando en 2017 ganó las elecciones de Cataluña pero rechazó también intentar ser investida presidenta de la Generalidad, aún a riesgo de recibir el rechazo del Parlamento catalán. Una decisión que acabó perjudicando a Cs y eclipsó el gran triunfo logrado por un partido constitucionalista en esta comunidad.
El próximo 17 de agosto está prevista la constitución de las Cortes en las que se decidirá la composición de la Mesa del Congreso. Los pactos alcanzados entre partidos para elegir al presidente del Parlamento y demás miembros del órgano rector pueden dejar pistas sobre las conversaciones desarrolladas en las semanas anteriores de cara a una futura investidura.
Una vez se celebre una primera sesión para elegir presidente, se pone en marcha el reloj para una posible repetición electoral ya que, en el plazo máximo de 47 días debe haber acuerdo para una investidura o, de lo contrario, se convocarían de nuevo generales de forma automática. Dependiendo de cuándo se realice esa primera votación, las elecciones podrían celebrarse en plenas Navidades.

