Nueva vuelta de tuerca en la inmersión lingüística de la "escola catalana". El centro Vedruna, de la localidad barcelonesa de Artés, pretende que los alumnos castellanohablantes y bilingües sólo piensen en catalán. Así lo recoge su proyecto educativo para el próximo curso. El centro cuenta con un 22% de alumnos castellanohablantes y su propósito es atenderlos "para que vayan adoptando progresivamente el catalán como lengua de pensamiento, de expresión y de relación con los otros de su entorno", según indica la dirección de la escuela.
La Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB) ha denunciado a través de la red social X el proyecto de este centro y ha mostrado los fragmentos del proyecto lingüístico destinado a erradicar por completo el español. De modo y efecto que en la "actividad cotidiana" de la escuela se marcan tres objetivos. El primero, "consolidar la lengua de uso de los alumnos catalanohablantes". El segundo, "intentar que los alumnos bilingües se decanten hacia la expresión en catalán y la utilicen como primera lengua de relación". Y el tercero: "La escuela atenderá a los alumnos castellanohablantes y procurará tener una atención especial para que estos alumnos vayan adoptando progresivamente el catalán como lengua de pensamiento, expresión y de relación con los otros de su entorno".
La AEB considera que estas instrucciones demuestran que "la inmersión no es un método de aprendizaje del catalán, sino de ingeniería social para que rechacen el castellano".
El proyecto lingüístico de este centro se nutre de la doctrina impuesta por la consejería de Educación de la Generalidad tras haber logrado burlar y recurrir la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que indicaba que un 25% de la enseñanza obligatoria en Cataluña se debía hacer en catalán. El PSC apoyó a los grupos separatistas en los cambios legales autonómicos para evitar la aplicación de ese fallo, que además está recurrido en el Tribunal Constitucional. En ese contexto, la mayoría de los centros han aplicado las instrucciones de la administración para convertir el español en una lengua extranjera y erradicarlo en las actividades extraescolares.