Pasaban unos minutos de las 15:30 cuando la presidenta del Congreso, Francina Armengol, anunció el golpe de efecto que en el PSOE y en Moncloa llevaban planeando durante días. A la tribuna de la Cámara Baja subiría el "señor Puente" y no el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, al que Feijóo llevaba censurando toda la mañana.
Sólo un grupo muy cercano de colaboradores sabía que el exalcalde de Valladolid, Óscar Puente, iba a ser el encargado de dar la réplica a Feijóo. La decisión la tomó el propio Sánchez hace tres semanas y se la comunicó en solitario al diputado raso que durante estos 20 días trabajó en la respuesta. "Tiempo suficiente", añaden algunos colaboradores. En aras "de la estrategia" sólo se comunicó a un círculo muy reducido hace una semana. Se quería guardar el factor sorpresa y evitar filtraciones.
En Moncloa llevaban desde el lunes evitando confirmar o desmentir si Sánchez sería el encargado de replicar al candidato a la investidura, Alberto Núñez Feijóo. Un silencio sepulcral para evitar cualquier tipo de filtración.
Tampoco se dijo nada en la reunión del Grupo Parlamentario del PSOE, presidida por Patxi López, que, sólo unos minutos antes del pleno, congregó a los 121 diputados socialistas en la Sala Constitucional del Congreso. Sólo se evitó mencionar el portavoz que daría la respuesta. La mayoría de los representantes del PSOE ya daba por hecho que Sánchez no intervendría y una veintena de ellos sabía el nombre del "elegido".
El rumor fue cobrando fuerza a lo largo de la sesión. A diferencia de otros plenos, Sánchez evitaba tomar notas. Tampoco se le veía intercambiando mensajes con el móvil. Durante el receso, que Sánchez podría declinar y no intervenir, ya era vox populi. Algunos en el PSOE anticipaban "sorpresas" pero se negaban a aclarar más.
Un perfil "fajador"
La decisión de delegar en Óscar Puente, un diputado raso, fue tomada con jolgorio por parte de los diputados del PSOE. "Una forma de poner frente al espejo todas las contradicciones del líder del PP", aseguran fuentes del PSOE que afirmaban que buscaban un perfil claro: un socialista que hubiese ganado las elecciones pero no pudo formar Gobierno. También había una premisa clara: que hubiese sido desalojado del poder por un pacto de PP-Vox.
Había varios perfiles como la exalcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, pero se optó el que fuera regidor vallisoletano, por su perfil de "fajador". Es decir: de boxeador. Un perfil polémico como lleva demostrando desde hace tiempo en Twitter pero que gusta por su agresividad a las bases socialistas. En el PSOE destacan el "feedback" positivo que han recibido de sus militantes tras la intervención de Puente. Una intervención capaz de animar a la bancada socialista y, de paso, obviar el debate sobre la amnistía.
Una estrategia, la de reventar la investidura de Feijóo, que ha gustado en las filas socialistas. Tanto es así que ya anuncian que el viernes la repetirán. "El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, intervendrá en su momento, cuando llegue el tiempo de su investidura", anuncian fuentes de Ferraz. Óscar Puente ya calienta en la banda como un púgil que espera volver al ring.