Menú
Feijóo ha acusado a Sánchez de emprender un "proceso de capitulación" y ha llamado a una reacción conjunta de los demócratas.

Declaración institucional de Feijóo ante el acuerdo de Sánchez y Puigdemont

Feijóo ha acusado a Sánchez de emprender un "proceso de capitulación" y ha llamado a una reacción conjunta de los demócratas.

Declaración íntegra del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo:

"Buenos días.

Quiero empezar condenando el disparo en la cara que ha sufrido Alejo Vidal Quadras, el ex presidente del PP de Cataluña. Apelo a la pronta investigación, que aclare lo ocurrido y de cuenta de los culpables y por supuesto y nos solidarizamos con su familia, y a hacemos votos para que Aleix Vidal-Quadras mantenga su vida.

Gracias a los medios de comunicación por su asistencia y también gracias por su atención a todos los españoles que nos están siguiendo en este momento.

Comparezco igual que mis compañeros del Comité del PP de manera urgente y solemne ante la extraordinaria situación que estamos viviendo y para compartir con mi país el primer balance de la negociación de la investidura del candidato Sánchez:

España ha perdido, los independentistas están ganando y el PSOE ha desaparecido. Digo que España está perdiendo porque se está sacrificando la igualdad, los impuestos, la dignidad y el Estado de derecho de todos.

Digo que el independentismo está ganando porque está avanzando en todos sus objetivos y lamentablemente y digo lamentablemente el Partido Socialista Obrero Español está desapareciendo.

El anuncio del acuerdo para ser investido el candidato Sánchez es el culmen de la deriva en la que ha metido a su partido el que ha perdido las elecciones para intentar mantener el poder a toda costa, y también lamentablemente es una deriva a la que está arrastrando a todo el país.

El candidato socialista se ha unido a aquellos que tienen como objetivo derrotar al Estado para apoyarles en su lucha contra el Estado.

La humillación a la que el señor Sánchez ha sometiendo a este país ha sido completa e inapelable, hasta el punto de que los independentistas han decidido anunciar este acuerdo en el aniversario de la convocatoria de ilegal que ha tenido Cataluña hace unos años.

Y todo ello lo sabemos porque los independentistas nos lo están contado.

Sánchez ha decidido emprender este proceso de capitulación a espaldas de los españoles, haciendo justo lo contrario de lo que prometió que haría y sin ser capaz de dar la cara.

Ha sido un prófugo de la Justicia española, desde fuera de España, quien ha tenido que informar de la ley y de los acuerdos que se están redactado y de cómo van a condicionar la gobernabilidad de la nación española los próximos meses o años hasta que independentistas decidan que permanezca la legislatura.

Hoy conocemos un acuerdo que demuestra que el PSOE está cediendo a todas y cada una de las exigencias de los independentistas, que no han hecho ni una sola concesión, ni muestran el más mínimo arrepentimiento ni deseo de reconducir la situación, sino más bien todo lo contrario.

Un acuerdo que se refiere:

Al reconocimiento de Cataluña como nación, distinta a la nación española.

Que recoge que Junts propondrá un referéndum de autodeterminación.

Que defiende una fiscalidad y la cesión del 100% de los tributos a Cataluña propia para Cataluña.

Y que incluye en la amnistía una referencia al lawfare. Es decir, un acuerdo que viene a negar que España sea un Estado de Derecho.

¿A cambio de qué? A cambio de saciar la ambición personal que no conoce límite alguno. Una ambición guiada por la conveniencia personal, no por la convivencia colectiva.

Los acuerdos con los independentistas quiebran la igualdad de los españoles ante la ley.

Los acuerdos con los independentistas convierten en legales hechos delictivos.

Y los acuerdos con los independentistas condenan a todos aquellos catalanes y resto de españoles que defendieron la democracia cuando era atacada.

Estos acuerdos de la vergüenza no resuelven ningún problema sino que los agravan todos.

Estamos hablando de ceder ante un chantaje que:

Convertirá en represor a nuestro Tribunal Supremo y será un golpe a los cimientos del Poder Judicial.

Debilitará nuestro Estado de las Autonomías, acabando con la igualdad de los españoles que consagra la Constitución.

Y legitimará el discurso del independentismo, que ya hemos visto que sale reforzado para retomar otra vez su pulso contra el Estado.

Y todo ello hecho de espaldas a los ciudadanos, con ocultación y actuando en la dirección contraria a lo prometido en la campaña electoral y a lo defendido por el PSOE durante toda su historia.

Sin contar con ningún tipo de consenso de los partidos políticos ni de la sociedad española.

De hecho, se ha obviado a casi la mitad de los españoles. No solo a los más de 11 millones que votaron cambio, que han sido maltratados por el candidato Sánchez.

Sino también a millones de socialistas que fueron a votar pensando que su partido rechazaba la amnistía y que ven hoy cómo han sido engañados y humillados.

El acuerdo conocido hoy confirma un temor compartido por muchos españoles. Es un hito más en la erosión planificada de la democracia en España.

Prosigue el camino iniciado con los indultos a medida, la reforma del Código Penal redactado a la carta de los condenados y la amnistía a los que delinquieron irá seguida de otras medidas que ya son posibles como el referéndum de autodeterminación y el momento será el que marquen los independentistas.

Advertimos de que el señor Sánchez estaba dispuesto a todo para mantenerse en el poder y, lamentablemente, el tiempo nos ha dado la razón. Incluso, ha superado las expectativas.

Sánchez está cediendo por entero al chantaje del independentismo. Una entrega completa y sin matices, que pagaremos todos los españoles con nuestros impuestos, nuestros derechos y nuestra dignidad.

Para resumir las cesiones a las que los independentistas han obligado al candidato Sánchez:

La primera, una amnistía sin absolutamente nada a cambio por parte de los amnistiados, que mantienen su intención de seguir golpeando al Estado y su afán soberanista. Y, además, se jactan de ello ante el propio Gobierno y lo ratifican en sede parlamentaria.

Una amnistía, en segundo lugar, que acusa al Estado hacer juego sucio y que socaba nuestra separación de poderes y humilla también al Poder Judicial.

La apertura, en tercer lugar, de una opción de un referéndum con los independentistas y con el anuncio de llevarlo a cabo.

En cuarto lugar la ruptura de la homogeneidad de la conectividad ferroviaria en el ámbito del territorio nacional.

En quinto lugar, acceder a poner un mediador internacional entre Cataluña y España, dando así categoría a un supuesto conflicto internacional que no existe.

Y cambiar directamente los votos que necesita para ser presidente del Gobierno por más de 15.000 millones de euros de los impuestos de todos los españoles. Un precio que, insisto, pagaremos todos y que, por supuesto, por lo menos, no debería hacerse a espaldas de los españoles.

En definitiva, privilegiar a una minoría en detrimento de la mayoría y acabar con la igualdad entre españoles que consagra la Constitución y que el PP defenderá siempre.

Lo hice en mi investidura:

Demostramos que es posible rechazar el chantaje y que no todo vale para ser presidente del Gobierno de España.

Y antepusimos los intereses generales a los intereses particulares.

Ofrecimos una alternativa de pactos de Estado que el señor Sánchez rechazó, prefiriendo entonces este acuerdo de la vergüenza que, sin ninguna duda, todos los españoles sufriremos y del que se arrepentirán los socialistas, que no están haciendo nada por evitarlo.

Ya les avanzo que lucharemos con todos nuestros medios ante esta deriva y ante este cambalache de votos por privilegios.

Lo haremos por la vía parlamentaria.

Por la vía legal.

Y a través de la movilización social firme, serena y respetando siempre la convivencia.

Daremos voz a la mayoría de los españoles, a millones de españoles, también a la mayoría de los socialistas que consideren oportuno. También una mayoría de catalanes que no han apoyado esto y que no están de acuerdo con esto.

Esta deriva no va a llevar al PSOE a buen puerto.

El PSOE ha renegado a su historia y a sus principios y ha renunciado a defender lo que representa. Y eso lo pagarán, más pronto que tarde.

España va a sufrir, pero se va a recuperar, como siempre lo ha hecho.

Es cierto que la democracia española está volviendo a sufrir un ataque sin precedentes. Pero no es la primera vez que la democracia española se ve amenazada.

El golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, el golpe del terrorismo de ETA durante décadas y el golpe perpetrado por el independentismo catalán en 2017, fueron desafíos a la libertad y la convivencia en España.

En este caso, el desafío a los valores de la Constitución está protagonizado por un candidato a la presidencia del Gobierno.

El golpismo de antes tuvo enfrente a todos los presidentes de Gobierno de España. Y en esta ocasión, quien aspira a dirigir la nación, tras ser derrotado en las urnas, se confabula con los que quieren mutilar nuestra nación.

Hoy debemos decir con toda claridad que el PSOE ha enterrado su tradición constitucionalista y que el independentismo puede sentirse protegido porque está en las manos del señor Sánchez.

Hoy el Partido Socialista toma el relevo de Junts y ERC al frente del procés, asume el relato separatista y se compromete a promover todos sus objetivos. Lo hace:

En el aniversario de la consulta ilegal, cerrando una investidura en el extranjero y con un mediador internacional.

Y aceptando que la Justicia española persigue a ciudadanos por su ideología.

Es difícil imaginar mayor claudicación.

La reacción ha de ser firme y serena.

La reacción ha de ser institucional, legal, política y social.

Y debe ir más allá de los márgenes de los partidos políticos.

Estamos ante un desafío a la democracia española que requiere la reacción de los demócratas españoles, sin distinción de ideología. La democracia nos debe unir una vez más.

Si para ser presidente del Gobierno, alguien está dispuesto a ser un mero instrumento en manos del independentismo, la nación y sus ciudadanos tienen el derecho y el deber de hacer oír su voz.

Cada vez hay más motivos para acudir a las movilizaciones de este domingo 12 a las 12 de la mañana en las plazas de las ciudades de España, una movilización serena y sin ira.

Somos una democracia fuerte, plural y con principios. Disponemos de resortes para contrarrestar a los que quieren debilitarla. Los usaremos todos con la máxima energía. Y, finalmente, la democracia española prevalecerá.

El independentismo y sus aliados quieren la resignación del pueblo español. No la van a tener. Ni ahora ni nunca.

Sánchez se ha rendido a las exigencias del independentismo. Los españoles pueden tener toda su confianza en nosotros no nos vamos a rendir. No vamos a fallar a los ciudadanos de nuestro país, a todos los españoles.

Muchas gracias".

Temas

0
comentarios