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Sánchez bromea con Jorge Javier Vázquez sobre el mediador y abre la puerta a presentarse de nuevo en 2027

Sánchez acusa a Abascal de "inocular odio", a Feijóo de "mentir" y a los medios de "deshumanizarlo".

Pedro Sánchez debió pensar que si su nuevo libro se llama Tierra Firme, nada mejor que llevar al presentador de Supervivientes y Sálvame, Jorge Javier Vázquez, para que ejerciese de maestro de ceremonias de su nueva publicación, en la que narra las vicisitudes de la debacle del 28-M y su posterior resurrección electoral en las elecciones de julio.

"Si tuvieses que ir a un programa de televisión no tengo duda que sería Supervivientes", afirmó el conductor del programa. El presidente del Gobierno, gran aficionado a la programación de Telecinco, le respondió bromeando recordando dónde se graba el reality: "Lo hacéis en Honduras y en El Salvador tenemos un mediador", en referencia al diplomático que preside las mesas entre PSOE y Junts en Ginebra.

Los catorce ministros que asistían a la presentación del libro estallaron en una sonora carcajada y una ovación cerrada a la ocurrencia del presidente del Gobierno. No fue la única. La bancada ministerial también celebró las gracietas de Vázquez como cuando dijo que conoció en persona a Sánchez la semana pasada en La Moncloa, pese a que entró, por primera vez en Sálvame mediante llamada telefónica en 2014.

Dardos políticos y televisivos

"Hemos tardado casi 10 años en conocernos. Ningún hombre me ha durado tanto", afirmaba el polémico presentador que desechaba las afirmaciones de los que "creen" que es el "consejero áulico" del presidente. El todavía presentador de Telecinco, aunque ya no está al frente de ningún formato, aprovechaba para lanzar varios dardos a la dirección de Mediaset o a sus compañeros, como cuando la preguntó al presidente del Gobierno si adelantó "elecciones para dejar sin vacaciones a Ana Rosa" Quintana, o que "le hace gracia" que "algunos digan que estamos en una dictadura bolivariana pero el que estoy en mi casa soy yo".

Si Jorge Javier Vázquez lanzaba pullas a sus compañeros o rivales, Sánchez lo hacía contra Vox o Feijóo. El presidente del Gobierno aprovechaba para calificar de "extraordinaria gravedad", las afirmaciones de Santiago Abascal en Argentina afirmando que, "habrá un momento dado", en el que los españoles decidan "colgar de los píes" al líder del PSOE.

Sánchez lamentó que "el discurso del odio" haya "monopolizado" todo y culpaba en exclusiva a la derecha y a Vox al que calificaba de "partido de odio". "Aquí no se rompe nada. No hay polarización ni ese odio que trata de inocular Abascal", añadía el presidente del Gobierno que ignoraba afirmaciones como las de crear un muro contra la derecha mientras se victimizaba afirmando que "hay insultadores e insultados".

Eso sí, en otra celebrada ocurrencia, exculpaba a su ministro de Transportes, Óscar Puente, que este fin de semana bloqueó a centenares de personas en X, antes Twitter, mientras respondía "me gusta la fruta" a todos los que le criticaban". "Yo hay dos cosas de las que me siento muy orgulloso. Haber dejado de fumar hace casi 30 años y la otra haber dejado mis redes sociales a una Community Manager", añadía Sánchez mirando al controvertido ministro.

La amnistía no está "entre las principales preocupaciones"

El líder socialista también arremetía contra el PP. De Feijóo dijo que miente y que, durante el debate televisivo previo a las elecciones, se "consolidó esa idea del tema de la mentira". Sánchez reconocía que el debate en Antena 3 no fue su "mejor día" y que lo certificó con los mensajes de sus compañeros: "no fueron tantos y fueron de ánimos". Más centrado en el futuro, Sánchez arremetió contra la derecha por decir que se toman las europeas como una prueba de fuego y de balance del nuevo Gobierno. . "Todas las elecciones se ven con un prisma nacional", lamentaba el autor del libro que recordaba al PP que estamos ante "una carrera de fondo" .

Sobre la amnistía, evitaba bromear pero sí culpaba a la derecha de "monopolizarla" y aseguraba que "no está entre las principales preocupaciones de las ciudadanos". Incluso añadía que "aquellos que digan que es un atentado contra la soberanía nacional deberían revisar esa afirmación". El presidente del Gobierno aprovechaba para pedir al PP que sean "conscientes de dónde están los límites" y culpaba a Feijóo de "alimentar los extremos", mientras obviaba las referencias a Puigdemont, del que no se habla ni una sola vez en el libro.

También tenía palabras para la derecha "mediática" y acusaba a algunos programas, en referencia a El Hormiguero y al de Ana Rosa Quintana, de "deshumanizarle". "Han dibujado un país que no es real", sentenciaba Sánchez mientras lamentaba que le hayan retratado como "una persona aferrada al poder, fría".

¿Más Sánchez?

Más enigmático era sobre su futuro político pero sin descartar nunca que éste sea su último mandato. Jorge Javier Vázquez le decía si en 2027 estaremos presentando un nuevo libro sobre su gestión durante estos próximos cuatro años. "Aspiramos a ello", decía Sánchez que añadía que "tenemos proyecto político para largo".

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