Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo se reúnen este viernes sin demasiadas esperanzas de llegar a pactos de Estado. La cita ha sido convocada a las 10.30 en el Congreso de los Diputados, en la llamada Sala de la Chimenea, después de que el presidente trasladara a los medios su intención de verse, y el líder de la oposición propusiera lugar y contenido.
En conversación informal con los periodistas, el presidente del PP ha admitido albergar muy pocas esperanzas de poder alcanzar algún tipo de acuerdo con el Jefe del Ejecutivo, al atribuirle un nulo interés por pactar realmente algo con la oposición, salvo para retomar el acuerdo alcanzado antes del 23-J de reformar el artículo 49 de la Constitución y eliminar el término "disminuido", si le ofrece garantías de que sus socios no aprovecharán para introducir mas cambios.
Prueba de ello son las formas empleadas por Sánchez para citarle: primero utilizó a la prensa para anunciar el encuentro, incluido su contenido; después tardó cinco días en ordenar a su gabinete contactar con el del PP, en lugar de llamarle directamente; y, por último, ha sido incapaz de acceder a su petición de enviarle por escrito un orden del día.
"Yo voy a hablar de España, él de su Consejo General del Poder Judicial", zanja Feijóo sobre las expectativas con las que asiste a una reunión que se celebra en un momento muy difícil para el país, a sólo unos días de la moción de censura en Pamplona con la que el PSOE entregará el gobierno a Bildu; con la ley de amnistía tramitándose en el Congreso y a falta de unas semanas para que tenga lugar la fotografía de Sánchez con Puigdemont y Junqueras.
De todos estos asuntos pretende hablarle el presidente del PP, tal y como le trasladó esta semana en un documento que recoge diez puntos, incluida también la financiación autonómica o la regeneración institucional.
A pesar de las presiones que existen sobre el PP para renovar cuanto antes el CGPJ, cuyo mandato lleva cinco años caducado, los populares se mantienen firmes en su exigencia de pactar antes con el PSOE un cambio de la ley actual para despolitizar la Justicia, aunque la norma sea aprobada después de acordar los nuevos miembros del órgano de gobierno de los jueces. Algo que Sánchez rechaza de plano.
En este escenario, toda sintonía personal que pudiera existir entre ambos resultaría insuficiente para propiciar un acercamiento. En este caso, se da la circunstancia de que no hay entendimiento personal alguno, especialmente tras el permanente ninguneo al que el presidente somete al líder de la oposición.
Feijóo todavía recuerda cómo en la primera reunión que ambos mantuvieron se enteró de los asuntos a tratar el mismo día, a través del diario El País, sin que el presidente se lo comunicara previamente. No existe ningún tipo de interlocución entre ambos, más allá de estos encuentros. El Gobierno no informa al líder del PP sobre ningún asunto de Estado, como la decisión de participar en la misión militar del Mar Rojo. De todos, debe enterarse por la prensa.
Prueba de las bajas expectativas con las que ambos han convocado la cita, es que se llevará a cabo en pleno sorteo de la Lotería de Navidad, sin apenas foco mediático, ya que todo el interés se centrará en saber qué números han resultado premiados. Un mal trago que, salvo sorpresas, pasará desapercibido para la mayoría de españoles, pendientes además de iniciar las vacaciones de Navidad.