La semana pasada, Trabajo pactó con CCOO y UGT una subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) del 5% para 2024, lo que supondrá un duro golpe para los empresarios, que no sólo tendrán que pagar mayores sueldos forzosamente, sino también una mayor proporción de cotizaciones a la Seguridad Social. A este colectivo de contribuyentes sí que el Gobierno no les piensa compensar en absoluto.
De esta forma, la subida del SMI (que se aplicará con efectos retroactivos desde el 1 de enero de 2024 y afectará a unos 2,5 millones de trabajadores) llevará el salario mínimo desde los 1.080 euros mensuales por catorce pagas hasta los1.134 (54 euros más cada mes). Esto conllevará a que el Gobierno se embolse casi la mitad de esa subida en impuestos ahogando más a las empresas.

