ERC ya no sabe qué hacer para recuperar el terreno perdido frente a Junts per Catalunya (JxCat) desde las pasadas elecciones generales. El partido del prófugo Carles Puigdemont está bajo el foco, protagoniza la mayoría de los titulares de las negociaciones con el Gobierno de Pedro Sánchez y acapara protagonismo. Mientras tanto, ERC se conforma con lo primero que le ofrece el PSOE y aparece ante la opinión pública independentista como un partido dócil en Madrid y autonomista en Cataluña, un desastre en términos de imagen y de proyección electoral.
En los últimos días, la dirección republicana intenta reforzar la imagen de Pere Aragonès, el presidente de la Generalidad, que ha quedado en evidencia tras conseguir Junts la cesión de las competencias en inmigración a pesar de que no forma parte del Govern de la Generalidad. Ese asunto ha escocido en ERC, que reprocha al PSOE que diera el visto bueno al traspaso sin contar con ellos, que son quienes gobiernan en Cataluña. Pero también se echa en cara de Aragonès desde dentro del partido que esté a verlas venir en relación con el Gobierno y que no tenga la suficiente ambición como para liderar todo lo que tenga que ver con la administración autonómica en las relaciones entre independentistas y socialistas.
Además, Oriol Junqueras se ha echado a un lado para que el protagonismo recaiga en Aragonès, nominado este pasado fin de semana para la candidatura de ERC en las autonómicas. El dirigente republicano sostiene que agotará la legislatura, que las autonómicas se celebrarán, por tanto, en febrero de 2025 y que obtendrá el visto bueno del PSC y de los comunes para los presupuestos autonómicos.
Retoques menores
Y como prueba de sus intenciones, este martes ha salido a dar él mismo la rueda de prensa posterior a la reunión semanal de su ejecutivo porque tenía que anunciar cambios, una remodelación en el Govern que en realidad se ha materializado en un par de retoques. Laura Vilagra, hasta ahora consejera de Presidencia y número dos de facto del gobierno autonómico, asciende a vicepresidenta con idénticas atribuciones a las que tenía hasta ahora. Y el director de la oficina de Aragonès, Sergi Sabrià (exportavoz de ERC en el Parlament), será viceconsejero de Estrategia y Comunicación. El otro retoque es el cambio al frente de la secretaría de medios de comunicación y difusión. Salta Oriol Duran, que pasa a vicesecretario de comunicación del partido, y ocupa su puesto Marc Bataller, que era el jefe de prensa de Vilagrà.
No ha habido ceses, ni siquiera el de la portavoz no consejera del Govern, Patrícia Plaja, designada para ese cargo al principio de la legislatura porque nadie de ERC ni de Junts (formaron coalición hasta octubre de 2022) quería salir ante la prensa cada semana.