Sin respuesta. Moncloa no quiere aclarar la agenda de la mujer de Pedro Sánchez pese a que El Confidencial publicó que tuvo varios encuentros con responsables de Air Europa, antes y después del rescate de la compañía. En el Palacio no quieren responder si esos encuentros se produjeron y si la esposa del presidente del Gobierno visitó la sede de la compañía antes de recibir 615 millones por parte del Ejecutivo.
Tampoco quieren informar sobre los viajes en los que Begoña Gómez acudió de consorte de su marido y en los que tuvo agenda privada en varios países extranjeros. Pese a intentarlo por varios cauces, la respuesta en Moncloa es el silencio o alegar que es "una agenda privada".
Hasta el momento, la única respuesta es la de la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, que defendió los encuentros de Gómez con empresarios. "Esta persona tiene un puesto de responsabilidad en un Instituto de Empresa", afirmó este pasado jueves recordando que la mujer de Sánchez trabaja "para un empresa de enseñanza empresarial" pese a que no tiene titulación para ello . "Yo imagino que verse con empresarios es parte de su trabajo", añadía a continuación pero especificaba que "desconocía cuáles" son.
La "mala baba" en Ferraz
El silencio se extiende también en la sede del PSOE donde califican de "mala baba" las informaciones sobre las relaciones profesionales de Begoña Gómez con Javier Hidalgo, consejero delegado de Globalia y uno de los máximos accionistas. La portavoz socialista, Esther Peña, añadía que "no hay caso" y que se "hacía un flaco favor a las personas" al "involucrar a personas que no aparecen en ningún documento" y enmarcaba las reuniones en "ferias y congresos".
En Ferraz incluso defendían el rescate de la aerolínea que costó más de 600 millones de euros en plena pandemia. "¿Dejarían en la calle a sus más de 4.000 empleados?", preguntaba Peña desde el atril de la sede. "El sector aéreo en todo mundo recibió 184.000 millones de euros, casi la mitad, el 46% fue a fondo perdido. Esto no sucedió en Air Europa", añadía Peña que enmarcaba las ayudas en "préstamos que deberán devolver" pero ni una palabra de las reuniones de Gómez con Globalia.