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Así es la nueva propuesta millonaria de RTVE para contratar a David Broncano: "Es una vergüenza"

La nueva presidenta, Concepción Cascajosa, someterá a votación este jueves el polémico contrato con el que Moncloa pretende desactivar a Pablo Motos.

La nueva presidenta, Concepción Cascajosa, someterá a votación este jueves el polémico contrato con el que Moncloa pretende desactivar a Pablo Motos.
David Broncano, saludando a sus fans | Europa Press

Después de que la cúpula de RTVE saltara por los aires, este jueves el Consejo de Administración volverá a someter a votación el millonario contrato de David Broncano con el que Moncloa pretende hacer sombra a Pablo Motos, uno de los presentadores más críticos con el sanchismo. Aunque la propuesta inicial pasaba por un fichaje blindado de tres años por nada menos que 42 millones de euros, la nueva presidenta en funciones, Concepción Cascajosa, pondrá sobre la mesa unas nuevas condiciones para tratar de convencer a los más reticentes.

La propuesta, a la que ha tenido acceso Libertad Digital, no varía la inversión anual -14 millones más IVA-, pero sí el número de temporadas. De tres, pasarían a dos temporadas, con posibilidad de cancelar el programa el segundo año si encadena cuatro meses de baja audiencia. Además, después del primero, TVE se reserva el derecho de trasladar el espacio al late night.

A pesar de estas modificaciones, la maniobra sigue sin convencer a un gran sector de la corporación que, además de alertar sobre el "destrozo" que puede suponer para la cadena pública el tener que mantener el programa un mínimo de 14 meses con independencia de que sea un fracaso, denuncian la interminable letra pequeña que tiene el acuerdo. Entre otras cosas, advierten de la total libertad que se da a la productora en lo que a contenidos se refiere y, lo que es más grave, de la falta de control sobre la inversión del dinero pagado que, tal y como subrayan, no es del Gobierno, sino de todos los españoles. "Es una vergüenza", resumen a LD fuentes sindicales.

Las polémicas condiciones de cancelación

El capítulo más polémico es, sin lugar a duda, el relativo a las condiciones de cancelación o modificación del programa. Según establece el contrato, RTVE podrá resolverlo unilateralmente a partir de la segunda temporada "si el programa no alcanza durante cuatro meses consecutivos una media en cada uno de dichos meses del 7,5% si se emite en el Access Prime Time, y del 8% si se emite en Late Night, mediando un preaviso de dos meses", algo que no convence a los críticos.

"Lo más inaceptable es que el contrato sí o sí es por dos temporadas, y solo en esta segunda temporada se podrá resolver el contrato si no se llegan a unos mínimos, que además son bastante bajos", denuncian. Además, para proceder a la cancelación, es preciso que la baja audiencia se mantenga cuatro meses consecutivos, "por lo que, si solo un mes supera esos mínimos, interrumpe la cuenta". Es decir, que, "con este contrato, como mínimo está garantizado 1 año y cuatro meses, pero, si a partir del año un solo mes supera los límites, se irán sumando cuatro meses más".

Con todo, fuentes sindicales lamentan que la de Cascajosa siga siendo "una apuesta del todo o nada: si funciona, bien y si no, nos hundimos, y esto además pagándolo RTVE". Y continúan: "No hay posibilidad de maniobra empresarial por parte de RTVE ni de su Consejo. La firma de este contrato impide cualquier cambio de programación y compromete la capacidad de gestión de RTVE. Es como si RTVE hubiese delegado durante un año la gestión del Acces Pime Time a una empresa externa, vinculada además a otros grupos de comunicación".

La letra pequeña

La propuesta que defenderá Cascajosa este jueves contempla dos temporadas que irían de septiembre a julio, con interrupción en las fechas navideñas. Los programas se emitirían de lunes a jueves -igual que El Hormiguero de Pablo Motos- y durarían entre 70 y 80 minutos, aunque su emisión se adelantaría a la de Antena 3, ya que se plantea que incluso pueda comenzar entre las 21:30 y las 21:45 horas, lo que supondría recortar tiempo a los informativos.

En cuanto a la participación de RTVE, se establece que ésta "podrá aportar a la producción recursos, material técnico, personal, etc". Sin embargo, los críticos denuncian que no se especifican los recursos que inicialmente aporta cada parte y que, tal y como el contrato está redactado, "la productora tiene la última palabra".

Por lo que respecta a los colaboradores, se impone junto a Broncano la presencia de Jorge Ponce Rivero y Ricardo Castella Serrano. "Si hubiera algún escándalo o alguno de ellos tuviera algún interés externo ajeno a RTVE, no hay forma de quitarlos", alertan fuentes sindicales, que alertan de lo inédito de este punto: "Siempre RTVE ha tenido la última palabra al respecto".

Ni control económico ni de contenidos

Lo que más inquietud ha despertado, en cualquier caso, es el apartado económico. "Estarán sujetas a justificación todas las partidas presupuestarias si CRTVE así lo exige", reza la propuesta con la que Cascajosa se presentará este jueves ante el Consejo de Administración. "Esto es muy peligroso, estamos hablando de dinero público, es decir, se ha de justificar hasta el último céntimo, no porque lo pida un director de RTVE si le apetece, sino porque es obligatorio por ley", recuerdan los trabajadores.

El tratamiento de los contenidos también es objeto de disputa, puesto que, más allá de subrayar que se debe respetar el Manual de Estilo de la corporación, el contrato dice explícitamente que "se reconoce a la productora libertad de producción y creativa, comprometiéndose ambas partes al diálogo para actuar siempre en consenso respecto a las líneas generales de contenido de los programas". Para los críticos este es un asunto particularmente delicado, por cuanto consideran que RTVE es quien ha de tener el control, habida cuenta de que "jurídicamente es responsable solidario".

Por qué puede ser un fracaso

A pesar de la fama que David Broncano ha adquirido en los últimos años, son muchas las dudas que suscita su incoporación a TVE. Para empezar, porque la edad media de los espectadores de la cadena pública en la franja en la que se pretende ubicar el programa es de 65 años y el público objetivo del presentador es gente joven. Pero es más, tal y como recuerdan fuentes sindicales, ni siquiera en Movistar La Resistencia ha sido un éxito: "La audiencia no llegaba al 1%. Sus seguidores forman parte de un público joven que no ve la televisión, sino que le sigue a través de Tik Tok o en los vídeos cortos".

Precisamente por eso, y más allá de que en redes sociales sus vídeos puedan luego hacerse virales, son muchos los que cuestionan los 14 millones de euros que se invertirán anualmente en el programa. "Ni siquiera Operación Triunfo en su época dorada costaba eso, y eso que OT daba mucho más contenido, porque no sólo eran las galas, sino la academia, etc. y tenía una audiencia brutal", apuntan.

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