
Casi 49 años después de su muerte, Francisco Franco está más vivo que nunca en los titulares y en los argumentarios políticos. El PSOE ha aprovechado la derogación de las Leyes de Memoria en Aragón, Comunidad Valenciana o Castilla y León para reactivar su programa antifranquista. A sólo unas semanas de los comicios del País Vasco y Cataluña, Ferraz se aferra a la agenda más ideológica y sentimental en la izquierda.
Toda una ofensiva que comenzó este lunes centrando la mayor parte de la intervención de la portavoz del PSOE, Esther Peña, en Ferraz. Siguió el martes con el anuncio de desarrollar la ley de Memoria Democrática y resignificar el Valle de los Caídos, ahora llamado de Cuelgamuros.
¿Qué dicen las leyes "de la concordia"?
Continuó con el anuncio de impugnar ante la ONU las leyes de "concordia" , que impulsan los Gobiernos de PP y Vox en la Comunidad Valenciana y en Castilla y León, y en las que se aboga por proteger a "todas las víctimas del terrorismo", se evita el termino "dictadura" y afirman que hay una "idealización extrema" a la Segunda República.
"La guerra civil nos debe enseñar que no importa el bando, ni el origen, ni las creencias, el sufrimiento y la muerte fue la misma para todos", rezan ambas normas. Para el PSOE es una "aberración legislativa" que "rompe todos los consensos de la Transición, blanquea al franquismo e iguala a las víctimas de la dictadura con sus verdugos".
Sánchez en el Valle y condenas en los Parlamentos
El culmen a toda eta epopeya antifranquista la realizó el propio Pedro Sánchez a su vuelta de Doha, cuando visitó la cripta del Valle de los Caídos y posó con varios esqueletos que han sido exhumados por forenses para tratar de identificar su origen. La visita no gustó ni a las asociaciones memorialistas, que no son sospechosas de ser de derechas, ya que todavía no les habían dejado visitar los cadáveres de sus familiares.
En el PSOE bajaron el acelerador de instantáneas pero siguieron este viernes tratando de relacionar al PP con Franco. Uno de los argumentarios distribuidos por Ferraz recordaba que el partido de la oposición fue fundado por Manuel Fraga "que ya hacía política con Francisco Franco". A las pocas horas, el expresidente, José Luis Rodríguez Zapatero, reaparecía en la campaña y acusaba al PP de impulsar "leyes de concordia con el franquismo".
Esto no será el final. Durante las próximas semanas continuará ya que el PSOE piensa registrar mociones de condena del franquismo en varios parlamentos donde hay mayoría de PP y Vox.
Lo que se oculta
La decisión de impulsar esta agenda antifranquista es política. Además, se evitar hablar del tema de la mujer de Begoña Gómez, justo en la semana en la que se han conocido las cartas en las que avala a varias empresas que luego resultaron ser adjudicatarios de contratos mientras patrocinaban su máster.
Pero, sobre todo, en un momento de desgaste del Ejecutivo de Sánchez, el PSOE recurre a un asunto que cohesiona a la izquierda y polariza el debate público, evitando transferencias de votos o a la temida abstención.
También contribuye a movilizar a la izquierda del PSOE, en un momento de debilidad en el País Vasco, ya que las tensiones entre Sumar y Podemos podría dejar a ambos partidos fuera del Parlamento. Los socialistas aspiran a rebañar en esta bolsa electoral para subir en votos.

