
Cataluña vive sus últimas 48 horas de campaña y Pedro Sánchez se ha zambullido de lleno en la recta con la final con una agenda intensa en el cinturón rojo de Barcelona. Ante 675 personas en Villanueva y Geltrú, el líder del PSOE ha centrado el discurso en sus dos grandes obsesiones: su persona y la derecha.
"Tengo más ganas y fuerza que nunca", ha reiterado ante la plana mayor del partido que le escuchaban en primera y segunda fila. Allí estaban Santos Cerdán, secretario de organización, o su mano derecha, Juanfran Serrano. Cualquiera diría que hace poco más de 12 días ambos estaban planeando el post-sanchismo, creyendo que el presidente del Gobierno iba a dimitir. "Me atacan por ser secretario general del PSOE", ha proseguido Sánchez para, a continuación, volver a hablar de la "máquina del fango", una estrategia que, a su juicio, emplea la derecha "para ocultar los éxitos" de su gestión con "bulos".
Al homenaje se sumaba el candidato del PSC, Salvador Illa, que ha afirmado que Sánchez "siempre ha estado" al lado de los catalanes y la elogiado la figura del presidente del Gobierno por su "su visión, trabajo, diálogo, coraje y liderazgo". "Has conseguido ayudarnos y ayudar a Cataluña a salir adelante", ha incidido en varias ocasiones.
El resto del mitin ha sido un reparto de papeles. Sánchez, fiel a su estilo, ha criticado a la derecha con alguna mención al partido de la alcaldesa de Ripoll. "Más partidos ultraderechista que nunca se están presentando", ha afirmado para luego mencionar a la "ultraderecha independentista, la ultraderecha españolista de Vox y, visto lo visto y oído lo oído, el PP de Feijóo". Se refería a la relación que el líder de la oposición ha hecho entre la inmigración ilegal y la "ocupación de domicilios".
Illa, de "poli bueno"
El candidato Illa ha estado más propositivo. Ha recordado que la alcaldesa de Santa Coloma de Gramanet, Nuria Parlón, sería su consejera de Interior, como "reconocimiento" del poder municipal. También ha desgranado algunas propuestas para luchar contra la sequía o se ha vendido como el único que podría lograr un acuerdo en materia de financiación, algo que no han conseguido los últimos presidente de la Generalidad, desde Mas a Aragonés, a los que también ha reprochado que se haya bajado el uso del catalán entre los jóvenes.
"O Illa o bloqueo", ha defendido Sánchez quien ha pedido a los catalanes que abran "una nueva etapa". El presidente del Gobierno sólo ve a su exministro "como alguien capaz de gobernar". Para demostrar su respaldo, Sánchez incorporó a su outfit vaquero un pin rojo con unas gafas y un pelo que recuerda al de Illa.
El primer secretario del PSC ha pedido "unir a todos los catalanes" mientras que ha mencionado varias historias de otras personas de diferentes partes de España, andaluces o asturianos, que emigraron a Cataluña hace años. "Los lazos con el resto de España son fortísimos", ha terciado y ha recordado que dos de los siete padres de la Constitución son catalanes.


