
Dos sábados y seis votaciones han hecho falta para desencallar la elección del presidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), la antaño todopoderosa entidad que se encargaba de organizar las exhibiciones de masas durante el "Procés". El cantante Lluís Llach será el presidente de la ANC a pesar de diversas maniobras en su contra. La última, que no estaba al corriente de pago de la cuota de socio de la organización.
El sábado pasado se decidió aplazar la elección del presidente después de cinco votaciones y tras la irrupción de un candidato sorpresa, Josep Punga, un joven ejecutivo bancario de padres africanos que puso en un brete a Llach, quien se negó a pactar con su rival un reparto de cargos en el seno de la ANC.
Finalmente Llach ha logrado hoy su propósito y en una sola votación, en la que ha obtenido 48 de los 72 votos de los miembros del secretariado de la entidad. De este modo, Llach sucede a Dolors Feliu en una organización cuyos dos primeros presidentes, Carme Forcadell y Jordi Sànchez, acabaron en la cárcel por el golpe de Estado separatista.
Entre los opositores a Lluís Llach destaca la corriente que le acusa de ser afín a Carles Puigdemont y de haberse presentado a la presidencia de la ANC para ponerla al servicio del expresidente de la Generalidad. También se subraya su paso por diversas organizaciones separatistas, entre ellas el "Consell de la República", como una evidencia de su afán de protagonismo.
La intención de Llach es relanzar la ANC, que en los últimos meses se había fracturado entre los partidarios de presentar una lista "cívica" ante la supuesta "traición" de los partidos separatistas y quienes preferían mantener el carácter "neutral", entre los que se cuenta Llach.

