Los estrategas socialistas ya auguraban que, durante la última semana de la campaña, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, tendría un traspiés que ellos podrían rentabilizar. Su frase en Antena 3, en la que no descartaba una moción de censura con el apoyo de Junts asegurando que utilizaría "todas las herramientas", ha sido la excusa perfecta para acabar de rematar la campaña del miedo a Vox que el PSOE lleva desplegando desde hace semanas.
"Feijóo, en las campañas electorales, tiene arranques de sinceridad. Lo ha dicho claramente: su propuesta es una moción de censura con Abascal y con Puigdemont", ha aseverado el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ante 2.500 en un mitin en Gijón junto con el presidente asturiano, Adrián Barbón. "Están desesperados", ha sentenciado Sánchez que ha presumido de "estar en el lado correcto de la historia".
Aunque el presidente del PP no metió a Vox en la ecuación, los socialistas creen que se sobreentiende y van a por hecho. "El PP quiere abrazar a Puigdemont. Les da igual cómo y con quién. El PP está obsesionado con colocar a Abascal de vicepresidente", ha terciado la portavoz de la Ejecutiva, Esther Peña. En esa línea ha ido un vídeo de campaña que ha lanzado el PSOE recordando que Feijóo tildaba de "prófugo" a Puigdemont y prometía que no pactaría con él. El breve vídeo acaba diciendo que a Feijóo solo le interesa colocar a Abascal de vicepresidente.
Todo para remarcar los pactos de PP y Vox en cinco comunidades autónomas como ha recordado el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, que ha tildado de "hipocresía" y de "puro teatro" las palabras de Feijóo. "Él lo que quiere es pactar con la ultraderecha en España y en Europa", ha añadido mientras que ha resumido las frases del líder de la oposición como un "por favor, por favor, apóyeme también".
PSOE y Vox coinciden en sitios
Sánchez ha recordado a la veterana militante socialista, Maricuela, fallecida la semana pasada a los 105 para mostrar el orgullo del partido. Incluso ha asegurado que "Maricuela es el pasado y Adriana Lastra, el futuro". El secretario general del PSOE ha añadido que, cuando la derecha mira al pasado, sólo ve "la sección femenina y nada en el futuro".
El PSOE está reapropiándose del descalificado de "zurdos" que el presidente argentino, Javier Milei, dedica a la izquierda. "Me gusta que me llamen zurdos. Ellos se molestan que les llamen ultras". Incluso ha pronosticado que en estas elecciones está "en cuestión" si "las mujeres tienen derecho a abortar".
El discurso del miedo se combina con un curioso juego al estilo del gato y el ratón con Vox. Hace unos días, el PSOE anunció un mitin de Sánchez en Málaga. A las pocas horas, el partido de Abascal anunció uno a menos de 300 metros. La respuesta de Ferraz ha sido cambiarlo de ubicación hacia Benalmádena. "No hemos querido ningún problema", defienden fuentes socialistas que lo justifican por "las palabras en las que abría la puerta a ponerse físicamente contra el Gobierno".
La situación "surrealista", según Ferraz, volvió a darse este lunes. A las pocas horas de anunciar el PSOE que el cierre de campaña sería en Fuenlabrada, Vox también comunicaba que Abascal haría su último mitin en esta localidad del sur de Madrid. "Parece una estrategia premeditada", han añadido en la dirección del partido donde han calificado la situación de "surrealista" pero ya han advertido que, en esta ocasión, no cambiarán de ubicación el mitin.