Alberto Núñez Feijóo había ensayado su penúltimo cara a cara con Sánchez para cuadrar bien los tiempos y estructurar su intervención. Tras recordar los insultos del ministro de Transportes, Óscar Puente, por redes sociales al presidente de Argentina, Javier Milei, o a diversos ciudadanos ("drogadicto", "saco de mierda"), el líder del PP aprovechó que Sánchez había anunciando un "plan de regeneración democrática" para sentenciar que éste "es como un manual de buenos modales del ministro Puente".
Feijóo recordó los casos de nepotismo del Gobierno al poner a militantes del PSOE al frente del CIS, RTVE o a ministros en la Fiscalía General. "¿Un fiscal General al borde de la imputación es regeneración democrática? ¿Negar explicaciones por la imputación de su entorno más directo es regeneración democrática?", preguntó el presidente que mostró su alternativa: un plan con 60 medidas. "No hay regeneración democrática posible en España mientras usted sea el presidente del Gobierno", terciaba en otros momento.
Sánchez se defendía asegurando que "España es una democracia plena" y mostraba a Feijóo como una marioneta de "los señores Abascal, Aznar y Ayuso". "Aparecen sus jefes y le dicen: ni se le ocurra pactar", teorizaba Sánchez mientras preguntaba: "¿Qué Feijóo vamos a tener hoy?"
Feijóo le respondía: "su principal problema no es con el CGPJ. Su principal problema es con la justicia". Sánchez le amenazaba con renovar el Gobierno de los jueces aunque el PP no se avenga a un acuerdo. "Vamos a garantizar que se cumple la constitución. Con ustedes o sin ustedes", le decía Sánchez quien rechazaba las críticas a su plan de regeneración y culpaba al PP de eliminar la oficina anticorrupción en Balares.
La financiación cerca la intervención de Junts
Tras Feijóo, llegaba la portavoz de Junts, Miriam Nogueras, a la que Sánchez y Montero escuchaban con atención gracias a los auriculares. Tras las quejas de la separatista, Sánchez admitía ante la separatista que "merecen una mejor financiación" pero añadía que "como el resto de territorios de España".
La portavoz de Puigdemont en el Congreso le respondía asegurando que "no necesitamos ningún trato de favor" y que "no es ningún privilegio que se nos pague lo que nos corresponde". Nogueras le preguntaba si los catalanes "sólo nos merecemos el dinero que nos corresponde si Illa es presidente".
Tras proclamar que trabajan por los catalanes, Sánchez respondía que "nosotros también estamos aquí para trabajar por los catalanes". A lo que añadía una defensa encendida del sistema de financiación.