
Tras recibir la citación para declarar como testigo, Pedro Sánchez empezó a analizar con su abogado cómo actuar ante el juez Juan Carlos Peinado. Fuentes socialistas aseguran que el presidente del Gobierno está estudiando si declarará de forma oral o aceptará que el magistrado le interrogue en la Moncloa.
No se descarta que acogiéndose al artículo 416 de la LeCrim, que añade que están "dispensados" de declarar los "cónyuges", el jefe del Ejecutivo se niegue a declarar como ya hizo su mujer. "Ante la nada, no hay nada que decir", justifican en el PSOE sobre el silencio de Gómez.
Lo que más ha molestado del último auto de Peinado es la decisión de querer grabar la declaración. "¿Es para ponerlo en Twitter?", preguntaba de forma retórica el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, quien calificaba de "montaje" y "persecución política" la actuación del magistrado. Los socialistas suben los decibelios de los ataques y el Caso Begoña Gómez ya ha sido rebautizado como "caso Peinado" por López. "Hay cuestiones poco éticas y estética, es inmoral e indecente", aseguraba desde la Cámara Baja.
En privado, altos cargos socialistas son más críticos con las actuaciones del magistrado y ven que es "una prevaricación de libro" aunque, de momento, no piensan pedir la recusación de Peinado pero tampoco la descartan de cara al futuro. Creen que el magistrado está haciendo una "investigación prospectiva". "Está prohibida", sentenciaba López que cree que el juez tiene como meta tirar la red de pesca "a ver qué encuentro".
Bolaños habla de "persecución"
En el Gobierno evitan meterse con el juez y prefieren centrarse en descalificar a las acusaciones aunque dejan algunos mensajes velados a Peinado. "Es una persecución despiadada contra el presidente y su familia", justificaba el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, quien se reiteraba en las afirmaciones de la semana pasada en la que cargaba contra las diligencias que el magistrado ha abierto contra la familia Sánchez Gómez. "Es tan evidente que nadie disimula nada", recalcaba Bolaños este martes.
Los socialistas siguen preguntando de qué se acusa a la mujer de Sánchez. "Hoy se ha demostrado que es una persecución política", terciaba el portavoz de los socialistas que acusaba al PP de usar de "manera indecente esta causa" y culpaba a Feijóo de "querer cargarse a Pedro Sánchez".
Tras conocerse la citación, el líder de los populares le pidió al presidente del Gobierno que "siga los consejos del Sánchez del 2017", cuando le pidió a Rajoy la dimisión tras ser citado como testigo en el caso Gürtel. Los socialistas evitan las comparaciones con aquella petición solemne del líder del PSOE. "Lo que sí es una vergüenza de verdad es quien va a declarar como testigo por corrupción y consigue la única condena por corrupción", afirmaba López en referencia a la sentencia contra Génova y que fue la excusa para presentar la la moción de censura contra Rajoy.
En el PSOE no hay temor a que esta citación como testigo se convierta luego en una imputación contra Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno está aforado y si Peinado quiere que responda ante la justicia, tendría que remitir un suplicatorio ante el Supremo para que decidan si le juzgan. "Si lo manda, deja de manejar los hilos", advierten fuentes de los socialistas para justificar su tranquilidad pese a que la causa empieza a ponerse cada vez más complicada.


