
El Gobierno de Pedro Sánchez asegura que sus manifestaciones contra los jueces, en concreto contra el Tribunal Supremo, no son presiones para que conceda la amnistía al fugado Puigdemont, al tiempo que insiste en exigir que la ley se aplique según su criterio. Según Óscar Puente, que dijo que "no hay por dónde agarrar la acusación de malversación", sus palabras están amparadas por la libertad de expresión.
En una entrevista en Antena 3, el ministro de Transportes ha reiterado que la norma está clara y que el Supremo debería atender a su literalidad: "Lo que estamos solicitando es que los tribunales se pronuncien conforme a derecho", ha dicho advirtiendo de que "el Tribunal Constitucional y los magistrados que lo componen ya son mayorcitos para saber lo que tienen que hacer".
Puente endurece los ataques a los jueces
Lejos de rebajar el tono, Puente ha ido un paso más allá al señalar directamente al Supremo sugiriendo la existencia de lawfare y criticar la advertencias lanzadas por los jueces contra la ley de Amnistía, antes de que fuera aprobada. "¿Acaso eso no fue una invasión de las competencias del legislativo y del ejecutivo?", se ha preguntado con ironía sobre los avisos del poder judicial contra una norma que atenta contra el Estado de Derecho.
"¿A nadie le han llamado la atención las manifestaciones de los jueces, con las togas puestas, en las puertas de los tribunales?", ha seguido criticando el ministro, llegando a hablar de que "da la impresión de que esta es la ley del embudo: lo estrecho para uno y lo ancho para los demás". Puente ha defendido, además, que la opinión del Gobierno sobre una sentencia no es "peligroso".
Por último, ha aprovechado también para arremeter contra los medios de comunicación por haber publicado fotos durante sus vacaciones, jugando al golf, mientras los españoles sufrían el caos en la red ferroviaria. "Me parece peligroso que no seamos capaces de distinguir entre el periodismo serio o el periodismo a secas" y lo que a su juicio es "pseudoperiodismo".
