El Partido Popular arranca el curso político volcado en combatir el cupo catalán, el primer tema que está provocando divisiones en el PSOE, a la vista de las quejas manifestadas por los presidentes de Asturias y Castilla La Mancha, además del rechazo expresado por la federación socialista de Aragón. El Gobierno pretende provocar un enfrentamiento de Feijóo con sus barones para tapar su propia crisis interna, pero de momento no lo ha logrado.
El portavoz económico del partido, Juan Bravo, ha sacado pecho de la unidad exhibida por los gobiernos autonómicos del PP, que firmaron un manifiesto rechazando el cupo catalán, y descarta fisuras en los días previos a la reunión que tendrá lugar entre la dirección nacional y los barones el próximo viernes 6 de septiembre.
La cita tiene por objetivo configurar un frente político y en los tribunales para poner freno al pacto del PSC con ERC, aunque fuentes del PP explican que de ella no saldrá una propuesta concreta sobre un nuevo modelo de financiación ya que la iniciativa debe partir del Ejecutivo de Pedro Sánchez, no de la oposición.
Preguntado en rueda de prensa por la posibilidad de que haya regiones que se acojan a una quita de la deuda negociando de manera bilateral con el Gobierno de Pedro Sánchez, Bravo ha advertido de que no es una posible una condonación sin una reforma del sistema de financiación, asegurado además que sería insuficiente para solucionar el problema ya que apenas implicaría el perdón de los intereses de la deuda.
"La condonación es una solución para la desconexión pero no es una solución para las cuentas públicas", ha defendido el vicesecretario económico del PP, que ha asegurado que todos los presidentes autonómicos de su partido defienden una "negociación multilateral", en ningún caso "bilateral", y siempre para reformar el sistema de financiación de todas las regiones, sin la concesión de privilegios para Cataluña.
La dirección nacional del PP rehúye imponer una misma postura a los presidentes autonómicos al asegurar que "respetan" todas la opiniones. "Yo no soy un caudillo como Sánchez", ha defendido Feijóo en una entrevista en OndaCero, donde no ha descartado disparidad de opiniones, pero no a la hora de actuar. El presidente del PP ha prometido además derogar el cupo catalán si gobierna.
Una unidad de acción que, según ha explicado Bravo, parte del propio convencimiento de los presidentes autonómicos, en contraposición a la división manifestada en el seno del PSOE, lo que le ha llevado a presumir de configurar un bloque compacto frente a la descoordinación de los socialistas.
"Tenemos la representación de las 14 comunidades autónomas, incluyendo Ceuta y Melilla, y tenemos una posición común; Montero y Sánchez tienen Asturias, Cataluña y Castilla y La Mancha y no son capaces de ponerse de acuerdo", ha dicho Bravo, advirtiendo de que "el problema para llegar a acuerdos lo tienen Montero y Sánchez".