Hace sólo unas semanas, el exdirector de la Guardia Civil, Leonardo Marcos, dimitió de forma abrupta alegando "motivos personales". No se aclaró más. El Gobierno se limitó a comunicar que Mercedes González volvía a dirigir el Instituto Armado. Ahora, un informe de la UCO afirma que Koldo señaló a Marcos como la persona que le dio un chivatazo.
El que fuera hombre de confianza de Ábalos se lo trasladó por teléfono al comandante de información, Rubén Villalba, también imputado en el caso Koldo. Aunque la UCO, en un texto adyacente, subraya que no ha encontrado ningún indicio que corrobore tal afirmación, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha anunciado que denunciará al exdirector de la Guardia Civil por "un presunto delito de infidelidad en la custodia de documentos y de la violación de secretos".
En el Gobierno defienden la trayectoria "de hombre intachable" de Marcos y niegan que diese un soplo a los investigados. Fuentes del Ejecutivo rechazan cualquier implicación de este militante socialista que estuvo en Protección Civil y que, tras su cese, trabaja en la embajada española en Washington donde recibe un salario superior a los 20.000 euros mensuales".
Más relaciones
Las relaciones de la trama de Koldo con la Guardia Civil no se acaba ahí ya que miembros de la Unidad Central Especial (UCE) les proporcionaron móviles blindados y facilitaron los barridos de seguridad. En el Gobierno niegan que exista una trama parapolicial que haya dado soporte a la trama y tratan de exhibir "preocupación cero" por los informes de la UCO y de la UDEF.
"Hace ocho meses exactos se practicó la tolerancia cero", afirman fuentes del Ejecutivo que defienden la "contundencia" contra Ábalos que ahora está en el Grupo Mixto y al que se le ha suspendido de militancia en el PSOE. En el Gobierno prometen "colaboración, contundencia y justicia".