
El Gobierno "respalda" al Fiscal General del Estado tras su imputación y justifica saltarse los filtros, hasta la revelación de secretos, en aras de un fin mayor: "desmentir un bulo"."¿De verdad puede ser delito contar la verdad?", preguntaba el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, al Supremo tras "estudiarse detalladamente" el auto que le imputa por unanimidad. "Lo que se está investigando no es más que contar la verdad", terciaba en otro momento reinterpretando el auto del Supremo.
Para Bolaños, quien inicia todo es la pareja de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, quien, desde su entorno, "se produce una información incierta diciendo que es la Fiscalía quien intenta el acuerdo contra el delincuente confeso". El ministro de Presidencia justificaba entonces que "la Fiscalía contase la verdad objetiva de lo que estaba sucediendo".
Eso significó filtrar los correos electrónicos del abogado de González Amador negociando un pacto de conformidad. Algo que ahora Bolaños avala. "La Fiscalía cumplió con su deber, perseguir el delito y proteger la verdad", añadía a continuación y reiteraba que, "entre delincuentes confesos y fiscales que dicen la verdad, el Gobierno se queda con los fiscales que dicen la verdad".
Bolaños pasaba de puntillas por la petición de las Asociaciones de Fiscales que piden la dimisión de García Ortiz tras ser el primer Fiscal General del Estado en ser imputado. La vicepresidenta, María Jesús Montero, rechazaba este cese porque no cree " que los Fiscales sean un ente" y pedía no "demonizar" la acción de la Fiscalía. Al igual que Bolaños, la vicepresidenta justificaba que "la Fiscalía se defendió de una mentira que dijo la señora Ayuso".
La imputación de García Ortiz cogía al Gobierno en plena sesión de control. PP y Vox rehusaban sacar este asunto al ministro de Justicia, Félix Bolaños. Había que esperar a la pregunta del portavoz parlamentario de los populares, Miguel Tellado, para escuchar un reproche al Gobierno por la decisión del Supremo de investigar al Fiscal General del Estado.
"Qué grave que, quien tenía que perseguir los delitos, acabe cometiéndolos para cumplir las órdenes del señor "uno". Qué grave", terciaba mientras auguraba "que están metidos en un gran lío" y recordaba la pregunta de Sánchez en RNE de "la fiscalía de quién depende". El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, se escudaba en la lista de los casos de corrupción que repetían todos los miembros del Gobierno en su réplica. "Un poco de pudor, que le acaban de imputar al Fiscal", terciaba Ayuso.
"Hay un señor que ha reconocido dos delitos fiscales y ustedes no dicen nada", terciaba Marlaska en referencia al novio de Ayuso cuyo abogado, en su correo, admitía esas infracciones fiscales para negociar con la Fiscalía. "El bulo no forma parte de nuestra política", terciaba en otro momento.

