El plantón del Partido Nacionalista Vasco y la incertidumbre de Junts, que niega haber recibido alguna convocatoria para esta tarde acudir a la primera reunión de partidos para negociar el impuesto a las energéticas, ha provocado en Podemos una reacción airada. "El CEO de Repsol, Josu Jon Imaz, no deja al PNV asistir a esa reunión, creo que esto revela que en este Congreso hay dos partidos que son los cachorritos de Repsol", ha atizado la líder de Podemos, Ione Belarra en los pasillos del Congreso de los Diputados.
El enfado de los morados se entiende teniendo en cuenta que los votos de PNV y Junts serían imprescindibles para sacar adelante dicho tributo. Aun así los morados confían en que el Gobierno de Pedro Sánchez logre convencerles enmarcando su ausencia en una simple "sobreactuación". De esta forma los morados tratan de presionar in extremis al PSOE para no evidenciar
No obstante, a lo largo de la jornada, las diferencias han aflorado. El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban se ha mostrado tajante en su negativa tachando de "paripé" la cita que enmarca en "propaganda". El nacionalista vasco ha calificado de un "sin sentido" esta reunión y ha denunciado la falta de discreción de algunos grupos políticos.
En todo caso Esteban ha afirmado que el PNV pretende seguir adelante con el acuerdo de investidura aunque reconoce que es "muy complicado", cuando hay algunos partidos políticos que "piensan que el hemiciclo está a su servicio y de su programa electoral al completo".
De esta forma, y a unas horas de que arranque la primera reunión para consensuar la postura de algunos partidos de la mayoría de investidura de Pedro Sánchez sobre el impuesto a las energéticas, la bandera política que está utilizando Podemos para presionar al Gobierno de cara a la negociación presupuestaria va perdiendo fuerza frente a la amenaza lanzada por Junts.