Pedro Sánchez quería relevancia mundial. Quería ser el primer español que presidiera la internacional socialista. Y ese fue uno de los trabajos en los que se esmeró José Luis Ábalos para satisfacer al presidente: lo hizo a través de Víctor de Aldama y desde muy temprano -julio de 2019-. Medio año antes de la llegada de Delcy Rodríguez. Aldama, de hecho, recibió una credencial del Gobierno para negociar el apoyo de Venezuela a Sánchez como jefe de la Internacional Socialista, tal y como ha dejado constancia en ese judicial. Y aquella búsqueda de apoyos acabó en el encuentro de múltiples relaciones y negocios.
Víctor de Aldama ha entregado información al Tribunal Supremo que sigue dejando constancia de que muchos de los caminos de las gestiones de la trama del PSOE con Venezuela acaban directamente en intereses del propio "nº1", de Pedro Sánchez.
"Una vez acreditada la capacidad de gestión del Sr. de Aldama, don José Luis Ábalos le dice a don Víctor de Aldama que a "nosotros", en clara referencia al Gobierno de España, nos interesa el acercamiento a Venezuela", señala Aldama. "En particular, expresa su preocupación por el tema Guaidó: don Víctor de Aldama tenía relación con el Gobierno de Venezuela y con la oposición", afirma Aldama en su explicación elevada al Supremo. "También organizó el Sr. de Aldama encuentros con personas próximas al Sr. Guaidó, vinculados a la Internacional Socialista", añade el líder de la trama.
Carta de invitación de Ábalos
En ese contexto surgió la famosa carta de invitación que Ábalos remitió, como Secretario de Organización Federal del PSOE, a Henry Ramos Allup, con la finalidad de invitarle a celebrar una reunión en la sede federal del PSOE "para poder mantener un encuentro al objeto de intercambiar impresiones sobre las relaciones entre España y América Latina y en especial con Venezuela", detalla la documentación entregada al Supremo.
Esa carta tiene fecha de 25 de julio de 2019. Pero lo más llamativo de ella es que deja constancia del fin de todos esos encuentros: "En el marco de nuestros respectivos proyectos políticos integrados en la Internacional Socialista". Y hay que recordar que, efectivamente, Sánchez logró los apoyos suficientes para ser presidente de la Internacional Socialista en noviembre de 2022. De hecho, es el primer presidente español de la Internacional en toda la historia. Y eso de ser histórico, a Sánchez le preocupa mucho, como él mismo se ha encargado de recordar en público.
"Este encuentro fue organizado por don Víctor de Aldama. A tal fin le fue entregada a don Víctor de Aldama una credencial para entablar conversaciones con Venezuela en representación del Gobierno de España", asegura la documentación aportada al Tribunal Supremo. El citado documento afirmaba lo siguiente: "Es nuestro propósito afianzar lazos políticos, culturales y económicos, con miras a estrechar relaciones en la etapa de recuperación que, todos deseamos, llegará pronto. En ese momento, pondremos a disposición de Venezuela todas las empresas públicas y de prestigio reconocido internacional que puedan necesitar, así como las empresas privadas que nosotros mismos podamos recomendar".
Aldama como enlace de las relaciones
Y añadía la credencial: "Por tal motivo hemos enviado a D. Víctor de Aldama Delgado con la misión, no sólo de hacerle llegar esta misiva, sino también para que sirva de enlace en nuestras relaciones. Reiterándole nuestra solidaria disposición, se despide atentamente, D. José Luis Ábalos Meco. Ministro de Fomento. Gobierno de España".
Las empresas públicas no las puede poner a disposición el PSOE, sino el Gobierno. Ábalos no firmaba como representante del PSOE, sino como ministro del Gobierno de España. Por lo que la carta pedía un favor de partido, ofreciendo medios públicos, con la firma del ministro de Fomento -y secretario de organización del PSOE-, en nombre del Gobierno de Sánchez, y con una encomienda de gestión al líder de la trama, Víctor de Aldama. Todo en uno.