
El Palacio de la Moncloa vivió este martes un día inusual. El Consejo de Ministros, que tenía que empezar pasadas las 9 de la mañana, se retrasó hasta media mañana porque se estaba negociando con Junts sobre el decreto ómnibus, ese batiburrillo de 140 páginas que los de Puigdemont tumbaron la semana pasada.
El nivel de improvisación fue tal que, a la hora en la que iba a comenzar la habitual rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, se desalojó a los periodistas de la sala para desmontar la mesa y poner el atril presidencial. Se canceló la comparecencia de la portavoz, Pilar Alegría, y se anunció la de Pedro Sánchez para vender como un triunfo lo que no es mas que otra cesión.
El presidente del Gobierno cuyos cambios de opinión se han hecho habituales, batió este martes todos los recórds al enmendarse hasta en dos ocasiones en menos de 24 horas. Si durante el lunes estuvo prometiendo ante la Ejecutiva del PSOE que el ómnibus no se iba a trocear y que su aprobación se postergaría a otra semana, al final día siguiente se encontró dando luz verde a un ómnibus con Ozempic.
De 80 medidas se pasa a 29. Se eliminan las económicas y se quedan sólo las de carácter social. Un Real Decreto más delgado pero en el que se mantienen el grueso de las medidas que entrarán en vigor en cuanto se publiquen en el BOE. El Gobierno tendrá ahora un mes para convalidar este texto ante las Cortes Generales. "Un Gobierno puede perder una votación parlamentaria pero no nos resignamos a que se pierda la mayoría social de este país", afirmaba Sánchez tras exhibir el nuevo texto adaptando a las exigencias de Junts como un triunfo.
Sánchez aseguraba que, tras el varapalo del pasado miércoles en el Congreso, han podido "reflexionar" y han "tomado nota". Una pincelada de humildad para luego añadir que "a pesar de las dificultades y de estar en minoría", este es "el Gobierno de los acuerdos".
Lo que entra y lo que sale
En el nuevo Real Decreto siguen las ayudas a los afectos por la DANA y el volcán de la Palma, la revalorización de las pensiones y las ayudas del abono transporte. También parte del Decreto sobre desahucios aunque se introduce "como medida complementaria" un aval para propietarios. Sánchez no ha querido dar más detalles aunque en el acuerdo con Junts se habla de "medidas para garantizar el cobro del alquiler a los propietarios, el pago de los desperfectos ocasionados por los okupas o por los morosos.".
En cambio, salen del texto una serie de ayudas a empresas, que Junts había criticado. Del Real Decreto también se queda fuera el plan MOVES sobre coches y medidas tributarias que Junts promete que se aprobarán más tarde.
Debatirán la cuestión de confianza
A cambio, Sánchez acepta tramitar la Proposición No de Ley sobre una cuestión de confianza que Junts exige a cambio de mantener su apoyo al Gobierno. El jefe del Ejecutivo, durante su comparecencia, daba a entender que se cambiará el texto para luego meterlo en un cajón. "Es una prerrogativa constitucional y el Gobierno no ve necesidad de hacerlo", afirmaba sobre la cuestión de confianza. Lo cierto es que, aunque salgan aprobadas, las PNL no obligan a su cumpliendo, sólo instan al Ejecutivo a actuar. El texto queda ahora a merced de la Mesa del Congreso y más tarde servirá como termómetro de las relaciones con Junts pero no pasará de ahí.
Sánchez cargaba contra PP y Vox por haber votado en contra hace una semana. A ambos partidos les tildaba de "coalición negacionista" y les acusaba de "manipular con mentiras". Incluso aprovechaba para defender la cesión del palacete al PNV, actual Instituto Cervantes. "No se regala nada. Se devuelve a su legítimo dueño", afirmaba el presidente del Gobierno. "Hemos buscado apoyos en todas las partes para seguir avanzando en el bienestar de la gente", defendía durante la comparecencia desde la Moncloa.