
El Gobierno ha querido dar una imagen de unidad con la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, junto al titular de Economía, Carlos Cuerpo, después de semanas de choques por el anteproyecto de ley de la jornada laboral de 37 horas y media. La ministra gallega presentó como "histórica" su medida estrella para esta legislatura y Cuerpo, que estaba para presentar el nuevo cuadro macroeconómico, acabó elogiando al alimón la reducción de la jornada laboral que ahora tiene que enviarse al Congreso de los Diputados.
"Media hora al día parece poca cosa pero es mucho para la gente", aseguraba Díaz que elogiaba a Cataluña "como un país moderno" porque parte de la Administración ya tiene esta jornada laboral. A su lado, Cuerpo bajaba a la realidad y admitía que ahora "tienen la negociación parlamentaria que sabemos que no va a ser fácil". Algo que compartía con Díaz quien, tras negarse a incluir medidas de acompañamiento para las empresas, ahora reconoce que "sólo se va con líneas rojas" a una negociación "cuando se quiere fracasar".
O lo que es lo mismo: el Gobierno no incluye en su anteproyecto de ley medidas de flexibilización a los empresarios para que sus trabajadores pasen de 40 horas semanales a 37 horas y media pero sí se abre a que los grupos parlamentarios, como Junts o PNV, puedan incluirla como enmiendas durante el trámite parlamentario.
La otra táctica es la de presionar al PP para que lo saque adelante. Yolanda Díaz no dudaba en cargar contra los de Feijóo. "La pregunta es si el PP va a utilizar y aprovechar este cambio histórico. O va a acometer el mismo error con la reforma laboral", criticaba la vicepresidenta que reprochaba a la oposición que se abstuviese en una PNL sobre esta medida.
Como todo en esta legislatura, todo queda a expensas de Puigdemont. La ministra portavoz admitía que "las negociaciones son constantes y, en algunos casos, complejas". Ahora, los separatistas no quieren sentarse a negociar más hasta que no haya un traspaso total de las competencias de inmigración a Cataluña. "Se han dado pasos y la cuestión está bastante avanzada", admitía Alegría sobre la nueva carpeta. Lo cierto es que la Carta Magna afirma que las fronteras son competencia nacional. De ahí que prometiese que "toda negociación con Junts siempre tiene un paraguas que es la Constitución".
En el Ejecutivo afirman que no hay fecha límite para cerrar un acuerdo pero el 25 de febrero se va a debatir la Proposición No de Ley de Junts para que el Gobierno presente una cuestión de confianza. Aunque no es vinculante, si sale adelante se comprobaría la debilidad parlamentaria del Ejecutivo salvo que los de Puigdemont retiren la PNL si hay un acuerdo en materia de inmigración. " Si se retira o no, dependerá del grupo proponente", deslizaba Alegría.
La ministra portavoz también se pronunciaba sobre la funcionaria de La Moncloa, Cristina Álvarez, que habría trabajado para los negocios privados de Begoña Gómez, y a la que ahora el magistrado Juan Carlos Peinado le ha imputado por tráfico de influencias. Alegría criticaba que conociesen el procesamiento por los medios de comunicación. "¿Esta filtración también será investigada?", deslizaba la ministra al comparar al juez con el caso del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, imputado por un delito de revelación de secretos.