Gallardo denuncia "chantajes" de Garriga y una campaña de desprestigio promovida por la dirección de Vox

Juan García-Gallardo, exlíder de Vox en Castilla y León, rompe su silencio y acusa a la dirección nacional de impulsar una "guerra sucia" para desprestigiarlo. La nueva crisis en Vox continúa creciendo después de que el propio Gallardo haya explicado en una entrevista en la Cope, que su negativa a firmar la expulsión de los procuradores que exigían más democracia interna, Javier Teira y Ana Rosa Hernando, fue solo "la guinda del pastel" tras una serie de situaciones "dantescas", como el haber sido apartado de las negociaciones clave del Gobierno de CyL, por orden de la sede de Bambú, durante su labor como vicepresidente con el Partido Popular de Alfonso Fernández Mañueco.

En este sentido, el exdirigente del partido ha reconocido sentirse solo tras ser relegado de Vox por su polémica propuesta contra el aborto en enero de 2023. Este desplazamiento, según García Gallardo, ocasionó un "deterioro progresivo de la relación con el entorno" de Santiago Abascal, incluso después de la ruptura con el PP en julio de 2023 en los cinco gobiernos autonómicos, decisión que acató, pero que quiso debatir, analizando las consecuencias, en el Comité Ejecutivo Nacional al no ser "un palmero".

El exvicepresidente de Castilla y León ha revelado que el vicepresidente y secretario general de la formación, Ignacio Garriga, intentó "chantajearlo" para que firmara la expulsión de los dos procuradores, advirtiéndole que "o firmaba o se quedaba fuera", describiendo una conversación telefónica agresiva con el encargado de la gestión territorial.

El burgalés, quien fuera vicepresidente de la Junta de Castilla y León, ha reconocido que no quiere quedar como "un traidor" y ha lamentado la pérdida de capital humano mencionando a Iván Espinosa de los Monteros o a Macarena Olona y aludiendo a que la sede de Bambú tiene que analizar esa sangría en el partido: "El sistema no funciona", ha aseverado, aunque ha rechazado que las salidas estén "coordinadas y consensuadas".

"Algo pasa en Vox cuando no se cuida el capital humano, cuando no se cuidan los recursos humanos, tenemos los parlamentos divididos entre facciones y hay un goteo de dimisiones", ha arremetido Gallardo tras reconocer que envió dos informes a la dirección nacional pidiendo "cambios en la forma de coordinación", pero sin respuesta acusando a Bambú de falta de lealtad.

También ha reprochado la falta de ambición que tiene el partido en algunas cuestiones, "no podemos ser la muleta del PP", y ha puesto de ejemplo el liderazgo de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni y el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán.