Pedro Sánchez ha hablado de la "tecnocasta". Ha asegurado que él sabe cómo hacer frente a la "internacional ultra". Que él liderará la lucha contra la "fachosfera" en las redes. Y, efectivamente, ha llegado la contraofensiva: un plan de tres puntos con "la digitalización humanista". Tiembla Elon Musk.
El plan del PSOE ha sido registrado en el Congreso de los Diputados. Un documento con tres puntos de medidas concretas que desarrolla lo que el PSOE ha bautizado como "la digitalización con base humanista". Traducido: que las redes vuelvan a estar controladas por la izquierda.
"La revolución digital que vivimos desde hace décadas se ha convertido en una fuente de oportunidades para mejorar la vida de las sociedades: ha multiplicado las capacidades de las economías, ha mejorado los avances en el desarrollo de la salud y la educación, e incluso ha posibilitado la interconexión y la transferencia de conocimiento, a una velocidad nunca antes vista. Pero como toda revolución, también lleva consigo amenazas y riesgos para la ciudadanía", señalan los socialistas.
"En el contexto de esta revolución digital las redes sociales irrumpieron como espacios de participación y escucha accesibles para la sociedad, pusieron en contacto a la ciudadanía de diferentes lugares del mundo y permitieron ampliar el debate público y ser un altavoz para personas que de otra manera hubieran tenido muy complicado acceder al mismo, generando movimientos sociales que han enriquecido nuestra democracia", asegura el PSOE.
Barbaridades en las redes en la extrema izquierda
Pero ahora que las compañías responsables de las principales redes vuelven su mirada hacia Donald Trump, el PSOE descubre lo que siempre ha habido en ellas: barbaridades y ataques en las redes, eso sí, antes comandados por la extrema izquierda y permitidos por esas mismas redes. "Su uso se ha vuelto masivo, acaparando hoy en día alrededor de 5.000 millones de usuarios en todo el mundo, más del 60 % de la población mundial. Y ha sido precisamente este éxito lo que ha abierto la puerta no sólo a oportunidades de negocio, en algunos casos cuestionables, sino también a nuevos tipos de delincuencia, a ataques a la estabilidad de las economías, a la difusión de bulos y al aumento de la desinformación y, en última instancia, a cuestionar la credibilidad de las instituciones y del propio sistema democrático. En definitiva, los objetivos iniciales con los que nacieron estas plataformas, en gran parte, se han distorsionado", dice el PSOE.
"Mención aparte merece abordar uno de los grandes desafíos a los que se enfrentan las democracias: el crecimiento de la desinformación. De hecho, en su último Informe sobre Riesgos Mundiales, el World Economic Forum señala a la desinformación como principal riesgo mundial en los próximos dos años, y el quinto riesgo mundial en la próxima década", aseguran los socialistas.
Y, según ellos, la solución pasa por lo siguiente: "Avanzar en la implantación de la Identidad Digital Europea y al mismo tiempo analizar las medidas para evitar que el anonimato se convierta en un instrumento para eludir responsabilidades"; "estudiar la necesidad de impulsar y complementar el modelo de transparencia algorítmica para las plataformas digitales que ofrezca información sobre cómo funcionan, que vaya más allá de lo que regula el DSA, y hacer así posible una mejor supervisión"; y "evaluar en el marco del Reglamento (UE) 2022/2065 posibles medidas para reforzar la responsabilidad de los prestadores de servicios digitales en caso de vulneración de derechos y libertades fundamentales de los usuarios".