El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha expresado su indignación con el acuerdo alcanzado entre el PSOE y Junts sobre la delegación de competencias migratorias a la Generalitat, calificándolo de "abochornante" y "sonrojante". García-Page, conocido por su postura moderada dentro del Partido Socialista, ha dejado claro que este pacto no lo representa, señalando la incoherencia de los socialistas al pactar con Junts, un partido separatista, mientras critican a quienes defienden una postura firme sobre la inmigración.
En sus declaraciones, García-Page criticó duramente la narrativa utilizada por algunos miembros del PSOE, señalando que "no me vengan con cuentos chinos de muros frente al 'trumpismo' o la extrema derecha", refiriéndose a las críticas sobre las políticas de inmigración más restrictivas de figuras de la derecha, mientras, en su opinión, se avalan pactos que vulneran la unidad de España y otorgan más poder a los separatistas catalanes.
Este comentario refleja la creciente división dentro del PSOE, donde líderes como García-Page no se sienten representados por un partido que, a su juicio, está sacrificando los principios de unidad nacional y control migratorio a favor de los intereses del separatismo. La postura de García-Page pone en evidencia el malestar que crece dentro de sectores moderados del PSOE ante los acuerdos con Junts, lo que podría tener repercusiones en el futuro del partido a nivel regional y nacional.