
El Parlamento de Navarra acaba de declarar la disolución de la agrupación parlamentaria de Vox tras la salida de que la fuera su portavoz, Maite Nosti, por discrepancias con la dirección nacional. Su apoyo a una declaración institucional sobre las víctimas del terrorismo fue criticada desde Madrid porque el texto equipara a las víctimas de ETA con otras formas de terrorismo.
Sin embargo, la propia Nosti ha revelado que este no ha sido el motivo principal, sino una "excusa" construida desde Vox para justificar su salida. Según ella, las discrepancias entre Bambú y el Comité Ejecutivo Provincial y los parlamentarios "son abismales".
La diputada ha decidido mantener su escaño y pasa a ser parlamentaria no adscrita, lo que obliga al que fuera su compañero en el grupo parlamentario de Vox, Emilio Jiménez, a pasar al grupo mixto, ya que el legislativo navarro exige que los grupos en la Cámara Foral estén formados por al menos dos representantes.
"Voy a seguir trabajando en el Parlamento de Navarra porque considero que el rumbo ideológico que está tomando Vox no es el más adecuado y creo que es mi responsabilidad aportar mi granito de arena para contrarrestarlo", ha dicho Nosti en declaraciones a los medios de comunicación, denunciando el viraje ideológico de Vox para dejar atrás sus principios fundacionales.
Esta nueva salida en la formación de Abascal se suma a la reciente crisis del partido en Castilla y León, que acabó con la marcha del que fuera su líder, Juan García Gallardo, también con discrepancias con la dirección nacional, y además coincide con la petición de refundación del partido por parte de cargos y excargos de Vox que lamentan la falta de democracia interna en el partido y la purga y represión a aquellos dirigentes críticos con el rumbo que está tomando Vox.