La penalista Bárbara Royo analiza el caso Alves: "El discurso de la pancarta está calando en los tribunales"

La reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que ha absuelto al exfutbolista Dani Alves de una condena de cuatro años y medio de prisión por agresión sexual, ha desatado una fuerte controversia política. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, calificó el fallo como "una vergüenza" y lamentó que "todavía se cuestione el testimonio de una víctima y se diga que la presunción de inocencia está por delante del testimonio de mujeres jóvenes, valientes". Estas palabras han generado reacciones como la de la abogada penalista y criminóloga Bárbara Royo, que ha acusado al Gobierno de poner en riesgo los fundamentos del Estado de derecho.

En una entrevista concedida a La Trinchera de Llamas dirigido por Manuel Llamas en esRadio, Royo criticó con firmeza las declaraciones de Montero, así como las de Ana Redondo, ministra de Igualdad, y la exministra Irene Montero. "Lo que ha dicho María Jesús Montero —y lo que ha dicho, ojo, la ministra de Igualdad— es que nos carguemos directamente el proceso penal. Es decir, que cada vez que alguien denuncie, hay que meter en la cárcel al denunciado", señaló.

Para la letrada, sostener que el testimonio de una denunciante debe situarse por encima de la presunción de inocencia "es cargarse los pilares de un Estado social y democrático de derecho". "La carga de la prueba siempre la tiene la acusación", recordó, subrayando que sin pruebas no puede haber condena.

Declaraciones que socavan el Derecho Penal

Sobre las palabras de Irene Montero, Royo fue más allá: "Cada vez que abre el pico demuestra su absoluta ignorancia y su incapacidad, siquiera sea para hablar. Creo que merece que alguien le meta ya una querella en condiciones".

También reprochó a Ana Redondo haber afirmado que la presunción de inocencia no puede situarse por encima de la falta de credibilidad de la víctima. A juicio de Royo, esta afirmación constituye una "aberración mayúscula" que refleja un "desconocimiento total del funcionamiento del proceso penal". "Es tan grave que una sociedad liderada por personas así está condenada al fracaso", aseguró.

Para la penalista, esas declaraciones implican vaciar de contenido el proceso judicial. "¿Para qué vamos a irnos a un proceso donde haya un juicio contradictorio entre la acusación y la defensa, si no se puede contradecir a la acusación?", se preguntó.

Las pruebas desmontan el relato de la denunciante

Royo defendió con claridad la decisión del TSJC en el caso de Alves. Explicó que el tribunal consideró que "esta señora mintió, y esto está demostrado", tanto antes como después de los hechos. "El relato es tan contradictorio y tan absurdo que solo han dotado de credibilidad a la víctima en lo que lleva directamente a la condena, y han obviado que la víctima ha mentido antes, después, incluso durante", señaló.

También respondió a quienes critican que Alves cambiara varias veces su versión: "El acusado tiene derecho a no contestar, a cambiar de versión, incluso a mentir sin que ello le lleve a ser condenado. Lo único que le puede llevar a una condena es la práctica de la prueba". En cambio —remarcó—, "la denunciante actúa como testigo y está obligada a decir la verdad".

Un relato troceado para justificar condenas

Más allá del caso concreto, Bárbara Royo alertó de una tendencia creciente en los tribunales: "Sí, creo que es así. Últimamente el discurso de la pancarta está calando en los tribunales". Según explicó, muchas sentencias están ignorando los requisitos establecidos por el Tribunal Supremo —persistencia, verosimilitud, ausencia de móviles espurios— para justificar condenas sin base suficiente.

Además, denunció que algunos jueces "trocean" el relato de la víctima: descartan las partes desmentidas por la prueba y validan las que no pueden contrastarse. A su juicio, esta práctica "está llevando a denunciados inocentes a la cárcel".

Pese a este panorama, Royo se mostró confiada en un cambio de rumbo: "Creo que se va a dar la vuelta a la tortilla. Porque hemos llegado a unos puntos de vulneración de la presunción de inocencia tan abrumadores, que esto tiene que ir cambiando poco a poco".

La penalista concluyó con una advertencia sobre lo que está ocurriendo en los tribunales: "No es normal que los abogados tengamos que empezar los recursos pidiendo al tribunal que, por favor, esté a la prueba y no a las pancartas".