Mónica García, a un paso de la guerra sanitaria por negar el reconocimiento por especialidad

Mónica García se hizo rápido con un hueco entre los liberados sindicales. Gracias a su ya mítico y muy manido "médico y madre" logró su espacio en otro cuerpo político: el de los diputados comunistas de Mas Madrid. Acto seguido, saltó nada menos que al mando en plaza ministerial de la Sanidad nacional. Pero, mientras prepara su enésimo salto, ahora a la Organización Mundial de la Salud (OMS), se ha topado con un problema que anticipa tiempos revueltos. Y es que se ha olvidado de cumplir sus promesas acumuladas, entre otras, una nada menos que mixta entre el campo salarial y del reconocimiento. Y ese desprecio puede costarle una guerra en el área sanitaria, la que ella decía que era su hábitat natural.

Los funcionarios le reclaman ya una "adecuada clasificación del nivel de las diferentes profesiones de la sanidad, acorde a su responsabilidad y formación, requerimiento y exigencia de especialidad con la debida concreción de retribución económica específica (en los próximos Presupuestos Generales o por Real Decreto)". Y la respuesta no llega. Quizás porque eso cuesta dinero y ahora tiene que discutir ese asunto con Pedro Sánchez, el mismo que le tiene que respaldar si quiere eternizarse en la OMS.

Ultimátum para presentar una nueva propuesta

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), el sindicato más representativo en las administraciones públicas, se ha empezado a cansar de promesas incumplidas por parte de Mónica García. CSIF ha registrado ya en su Ministerio de Sanidad una carta en la que le traslada un ultimátum para que presente antes del 3 de abril –fecha en la que se reanuda la negociación del Estatuto Marco– una nueva propuesta sobre clasificación del personal de la sanidad y mejoras retributivas.

"En concreto, pedimos que los trabajadores de la sanidad tengan una clasificación específica en función de su formación, especialidad y competencias; y un sistema retributivo específico que se concrete en el Estatuto Marco". Traducido: que, ya que Mónica García, ha hecho toda su carrera política asegurando que los médicos no están ni bien reconocidos ni bien pagados, pues que haga todo lo posible para que pasen a estarlo.

"En este sentido, no descartamos ninguna medida, incluyendo concentraciones, movilizaciones, paros parciales o incluso la convocatoria de la huelga de todas las categorías profesionales si no se satisfacen las expectativas de los profesionales", señalan desde CSIF. Justo los mismos medios con los que amenazaba Mónica García cuando decidió usar la medicina para hacer oposición de Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid. Claro, pero aquellos tiempos eran otros, especialmente para ella: por aquellas fechas ella era "médica y madre". Y ahora es ministra y aspirante. Aspirante a un cargo político en la OMS.

"Lamentamos que la ministra esté más centrada en sacar adelante otros proyectos de su ámbito y que condicione cualquier mejora retributiva a unos futuros Presupuestos Generales del Estado para los cuales no tiene el apoyo necesario. CSIF tiene la firme voluntad de agotar todos los cauces de una negociación que comenzó hace más de dos años, pero avisamos que el tiempo se está agotando", señalan desde el sindicato.

Las exigencias sindicales a Mónica García

Las peticiones sindicales son tan claras como difíciles de cumplir por la nueva Mónica García: "Adecuada clasificación del nivel de las diferentes profesiones de la sanidad, acorde a su responsabilidad y formación, requerimiento y exigencia de especialidad con la debida concreción de retribución económica específica (en los próximos Presupuestos Generales o por Real Decreto)".

En segundo lugar, CSIF pide una jornada de 35 horas en el conjunto de las comunidades autónomas", la "educción de las horas diarias de guardias, sin merma retributiva" la "igualdad salarial en el conjunto de las comunidades autónomas para acabar con el ‘mercadeo’ de profesionales, que se trasladan a las regiones con mejores condiciones" y la "recuperación de la estructura salarial previa a la bajada de sueldo de 2010 con el cobro de la paga extra íntegra".

Por si fuera poco, en un momento de fuerte déficit de médicos en España, CSIF pide el "desarrollo de la jubilación voluntaria parcial y anticipada y por coeficientes reductores para el personal del SNS" y "revisar el régimen de incompatibilidades para evitar la fuga a la sanidad privada". Ahora deberá decidir Mónica García si quiere seguir siendo "médica y madre" o política y cargo en la OMS.