Hay viajes que son gestos. Que el primer líder extranjero recibido por Xi Jinping ,tras los aranceles impuestos por EEUU, sea el presidente del Gobierno español es todo un símbolo. En una sala de la embajada española en Pekín, cuya puerta blanca recordaba a La Moncloa, Pedro Sánchez ha defendido que su gira asiática, a Vietnam y China, "ha cumplido con creces" los objetivos que se habían marcado al "mantener el impulso político" y "expandir horizontes". Unas frases que se producen tras un encuentro de casi tres horas en el Palacio del Pueblo en Pekín con el presidente chino.
Sánchez ha obviado las críticas del secretario del Tesoro de EEUU, Scott Bessent, que afirmó que acercarse a China "sería como cortarse el cuello". Unas frases por las que el portavoz de exteriores chino salió en defensa de Sánchez. El presidente del Gobierno ha obviado la polémica y ha recalcado que "la política exterior de España no va contra nadie" y que España es "coherente y consecuente".
"Las guerras comerciales no son buenas, no gana nadie", ha terciado en otro momento mientras que ha celebrado la pausa de 90 días a los aranceles europeos y ha pronosticado que habrá una negociación "intensa",
También ha detallado que ha hablado con la presidenta de la Comisión Ursula Von der Leyen para informarle del viaje y que volverá a telefonearle tras su reunión con Xi Jinping. "España y la UE defendemos los mismos valores y principios", ha sentenciado.
Este supuesto beneplácito contrasta con la llamada telefónica que Ursula Von der Leyen realizó este miércoles a Pekín para pedirle a Jinping que frene la llegada masiva de productos chinos a Europa. Sánchez ha pedido "tener unas relaciones más equilibradas" para reducir los déficits comerciales entre Europa y China.
El termómetro de esta gira se medía en acuerdos y protocolos. Había uno que estaba casi cerrado y era para vender productos sanitarios y cosméticos. Además de ese, Sánchez ha firmado otros 3 más. Uno ,que también estaba muy avanzado de intercambio cultural y cinematográfico, y otro para la exportación de porcino y cerezas que se llevaba negociando desde hace varios años.
Otra cosa son las inversiones, Sánchez no ha detallado las inversiones de empresas chinas en España pero ha augurado que se conocerán en breve y tienen que ver con baterías y energías renovables. Durante su visita, Sánchez ha tenido un desayuno con algunas de los principales empresarios chinos interesados en invertir en España pero no ha detallado ninguna inversión concreta.