
El motivo por el que Pedro Sánchez ha renunciado a asistir al funeral del papa Francisco, reconvertido en una cumbre de líderes internacionales sin precedentes, ha sido hasta ahora una incógnita, a pesar de que el Gobierno ha dado varias excusas para justificar una ausencia incomprensible que compromete la imagen de España y arrebata al presidente la posibilidad de tener algún protagonismo ese día.
Según ha podido saber Libertad Digital de fuentes conocedoras de los hechos, el el jefe del Ejecutivo anunció su ausencia poco después de que se produjeran dos acontecimientos relevantes: la confirmación de los Reyes de que acudirían al funeral y la aceptación por parte de Alberto Núñez Feijóo para viajar en el Falcon, el avión presidencial que Sánchez utiliza incluso en viajes personales.
El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, llamó a la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, para invitar el presidente del partido a compartir asiento en la aeronave, después de que varios medios publicaran que el Ejecutivo tenía intenciones de romper con la tradición no invitando al jefe de la oposición, como sí había hecho José Luis Rodríguez Zapatero con Mariano Rajoy cuando falleció Juan Pablo II.
La cortesía dictaba que la invitación incluyera compartir el viaje con la comitiva del Gobierno, en previsión de que Feijóo pudiera rechazarla, dada la mala relación que tiene con Sánchez y la incomodidad que supone para ambos compartir dos horas de vuelo en un espacio reducido. Contra todo pronóstico, el líder del PP aceptó y, apenas una hora después, Sánchez comunicaba su ausencia, después de conocer también la presencia de los Reyes.
Una reunión improvisada Gobierno-PP
Además de los Reyes, viajarán a Roma la vicepresidenta primera, María Jesús Montero; el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, con los que Feijóo deberá conversar durante el trayecto hasta llegar a la capital italiana. Ninguno lleva acompañante durante el viaje.
En el Ejecutivo aseguran que la representación de España no puede ser más alta, dada la presencia de Don Felipe y Doña Letizia, pero lo cierto es que Sánchez va a ser de los pocos mandatarios que no acudan, ya que está prevista la presencia del presidente francés, Enmanuele Macron; del estadounidense, Donald Trump; el premier británico, Keir Starmer; o incluso el presidente ucraniano, Volodomir Zelenski, cuyo país está en guerra.
Sánchez no estará presente pese a que Moncloa confirma que el presidente español no tiene agenda ese día. En siete años de mandato, el presidente sólo ha asistido a dos funerales: el de la soprano Monserrat Caballé y el del presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli. No acudió al oficial por los muertos del covid o de la DANA de Valencia, aunque en ambos se interpretó que huía de tener que enfrentarse a las víctimas, dado su pánico a los abucheos.
La relación con el rey Felipe VI
Esta última ausencia fue especialmente polémica ya que se produjo tras los incidentes de Paiporta, en los que Sánchez salió corriendo mientras que el Rey se quedó escuchando a los ciudadanos indignados. Una actitud que desató el malestar en Moncloa ya que, según dijeron, no habían recomendado la visita a Don Felipe por medidas de seguridad.
Desde aquél incidente, Sánchez ha evitado coincidir con el monarca, lo que podría también explicar su ausencia en el funeral del Papa, donde tendría que compartir foto y protagonismo con Felipe VI. De hecho, este mismo miércoles, el presidente no asistió a la entrega del Premio Cervantes, presidido por los Reyes. Moncloa sólo aclaró que "unas veces ha ido y otras no", pero ese día apenas tenía en la agenda una videoconferencia, por la tarde, con otros líderes internacionales para hablar sobre el clima.
Los sustitutos de Sánchez en el funeral del Papa serán el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, entre cuyas competencias está la negociación con la Santa Sede, además de la Dirección General de Libertad Religiosa. Le acompañará María Jesús Montero, católica practicante y adscrita a la corriente interna de "Cristianos Socialistas". También Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y que no ha dudado en mostrar su admiración por la ideología peronista del papa Francisco. Incluso ha asegurado que el Santo Padre le guió en algunas de sus decisiones.
