Andalucía será la plaza en la que se destapen las alianzas en la izquierda

La crisis provocada por la ejecución y posterior rescisión del contrato de venta de balas a Israel ha sido mucho más que un sobresalto para el socio minoritario del Gobierno en el Consejo de Ministros. Ha funcionado como una sacudida interna que ha dejado al descubierto las grietas en Sumar en relación al gasto militar.

Izquierda Unida se ha erigido como uno de los actores más vehementes en esta crisis, llegando a plantear una ruptura con el Ejecutivo y a exigir la dimisión del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Unas posiciones de alto voltaje que, sin embargo, se moderaron en cuestión de 24 horas. Más allá del impacto inmediato, este episodio no solo ha dejado al descubierto la fragilidad estructural del Gobierno de coalición, sino que ha reabierto la posibilidad de reconfigurar alianzas en el espacio de la izquierda, con la mirada puesta en un posible acercamiento a Podemos, que también ha sostenido una posición firme frente a lo que califica como un "Gobierno de guerra".

El Gobierno PSOE-Sumar tiene la firme voluntad de agotar la legislatura, lo que conduciría a los ciudadanos a las urnas en 2027. No obstante, Andalucía, cuyo horizonte electoral se fija en junio de 2026, se alza como el tablero político donde todo podría redefinirse y dar ciertas pistas sobre las alianzas de los partidos a la izquierda del PSOE.

Con las elecciones autonómicas ya en el horizonte, la incógnita que persiste es si se logrará una coalición entre Sumar, IU y Podemos. Según Antonio Maíllo, líder de IU, su deseo es que se alcance un entendimiento entre todas las fuerzas de izquierda y que se retome la unidad. Sin embargo, este escenario parece cada vez más improbable tras los numerosos desprecios de Podemos ante los intentos de reconciliación lanzados por Yolanda Díaz.

En este contexto, Izquierda Unida, que tiene en Andalucía su principal bastión, se verá obligada a tomar una decisión crucial: optar por Sumar, una formación con escasa proyección y que, según las encuestas, experimenta una caída vertiginosa, o retomar su alianza con Podemos, tal y como ocurrió con la coalición que, en 2018, dio origen a Adelante Andalucía. Esta unión, sin embargo, culminó en la expulsión de Teresa Rodríguez, quien, en respuesta, refundó su propio partido, fragmentando aún más el espectro político de la izquierda.

En la actualidad, Adelante Andalucía cuenta con dos escaños en el Parlamento de Andalucía, mientras que la coalición Por Andalucía, que integra a IU, Podemos, Más País, Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz, ostenta cinco escaños.

Las aguas están agitadas en la izquierda, con Podemos al acecho y Sumar intentando emerger. Ninguna formación política desea revivir el panorama de las elecciones gallegas y vascas, donde la debacle fue más que evidente.